FELUCHIDAD
Por: Luis H. Arthur S. www.luis.arthur.net www.luisharthur.blogspot.com 23 Abril 2007
Ya lo había dicho en mi artículo “Long Beach” escrito el 7 de Agosto 2006, publicado en Clave Digital y en livio.com. (www.luis.arthur.net/publicaciones/Long%20beach.htm). Pero cuando la incapacidad y el interés se mezclan, hay negocio seguro, y aunque las arenas depositadas en la playa de Long Beach, Puerto Plata, no sean totalmente redondas, ruedan y se van, y esto se convierte en una feluchidad penosa.
Digo incapacidad, porque no basta con llenar nuevamente un saco roto, se vaciará de nuevo y todo se perderá; interés, porque muchos del entorno presionaron para que esto se hiciera. Aspiraciones legítimas, pero demasiado cercanas, sin estudios, bien incentivadas. En poco tiempo todo quedará igual que antes, menos lo gastado y lo embolsado.
Si las cosas que pasan en este país, como estas, no fueran trágicas, serian anecdóticas.
Trágicas por lo decepcionantes, por la estúpida forma de matar esperanza y acabar con expectativas colectivas que flotan en el recuerdo buscando asidero para volver a la realidad. Son obras imperfectas de los santos y no de Dios. Hechas a la “brigandina”.
Negocio, porque muchos lo hicieron; como es la percepción de que todos en el gobierno lo están haciendo. Unos en grandes y otros mega como el del Metro, o como este de llenar sacos rotos. ¡Mover tierra!
En lo que nunca se equivocan es en poner su dinero en bolsas agujeradas; son de hule, y se estiran y estiran sin explotar, y pesan tanto… pero pocas veces aplastan al dueño.
La naturaleza no se equivoca. Cuando algo pasa es por alguna causa, motivo o razón. Principio de causa-efecto
Si Long Beach, una vez una playa con arena la perdió, a algo se debió. No fue por gusto, gana o moda.
Y fue porque le quitaron la barrera que impedía que las corrientes marinas pasaran entre los islotes de piedra existentes y la playa, como ya dije en mi artículo aludido. Mientras no resuelvan ese y cualquier otro problema similar del que yo no haya sido testigo, seguirá siendo un parcho momentáneo y mal puesto y un gran negocio para los afortunados “de turno”.
¡Deberían dar explicaciones! Botaron nuestro dinero.
Mientras, ellos seguirán feluches, nosotros decepcionados y engañados y la playa sin arena, salvo que actúen ya.
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