Sin Temor… Ni Favor…
Vela al Todopoderoso
Luis H. Arthur S.
Desde hace varias semanas creí estar en Monterrey por aquello de tener energía eléctrica continuamente, sólo con un par de interrupciones momentáneas.
Craso error. Pasaron las elecciones y se acabó la fiesta y se retorna a la realidad. Ahora nos cobrarán el exceso extraordinario entregado.
Desde el domingo pasado a las 8:00 am volvieron los terribles, interminables y fastidiosos apagones a mi casa de Arroyo Hondo III. Esos que dijo el Candidato a la reelección a la entrevistadora Claudia Palacios de CNN el 14 pasado a las 9:00 pm que no molestaban (¿a la población ni a la producción?) pues no se reflejaban como quejas en las encuestas políticas, y añadió que teníamos generación eléctrica suficiente para suplir la demanda del país, una verdad a medias, y que lo que había dado trabajo era conseguir que todos pagaran por su consumo de energía eléctrica, pero que iban mejorando. (¿Populismo?)
Si, tenemos generación suficiente con plantas en la “Lista de Meritos” cada vez más caras y que al entrar en línea (marginar), encarecen el costo de la energía a tal punto, que si la tarifa no se aumenta, se disparará el subsidio, pero que importa, el Estado es quien paga y un solo voto bien vale un potosí.
Mi contrato eléctrico, me permite un uso continuo y de calidad siempre y cuando yo pague religiosamente (¿por qué se dice religiosamente? Quizás por lo virtual y espiritual).
Yo cumplo efectivamente con mi contrato y la empresa distribuidora no es capaz de cumplir su parte, pero me exige que cumpla la mía. Y el Gobierno que está también para garantizar mi derecho nada hace, confabulado con ese mal servicio y mal actuar.
En esta “cuesta abajo a la deriva” los roles se confunden, y las premisas se ponen patas arriba, y la costumbre se hace ley, y esa ley, no como las otras del Congreso, sí se cumple.
Sin embargo el Presidente que hablaba bonito dice que ahora tiene dos prioridades: energía eléctrica y alimentos. Ahora sí. Tenemos viejas promesas vestidas con traje nuevo, sin caras arrugadas por los años por cirugía estética e inyecciones de Botox, tan formalmente ofertadas como en 1996 y 2004.
Por mi parte voy a prenderle vela al Todopoderoso, para que ahora sí el Metro no las suplante.Sto. Domingo, R. D. * luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com * 19/V/2008