Sin Temor… Ni Favor…
Superdotados I
Luis H. Arthur S.
Igual que una semilla que germina antes que las otras, o una flor que se exhibe exuberante antes que las demás, así hay niños que presentan un desarrollo temprano en algún tópico que los hace distinguirse y sobresalir de la media. A estos niños se les llama superdotados y son en sí un proyecto a desarrollar. Se habla que su inteligencia supera los 130 puntos. Si a estos niños no se les da atención rápida y adecuada, tienden a nivelarse con los demás al ir creciendo.
En países como el nuestro, donde la escuela es tan precaria y donde los fondos se escatiman, los maestros ofertan poca horas de clase de bajo nivel, están desnutridos y el desayuno que le dan es “leche” saborizada, donde la Secretaria de Educación da ejemplo de todo menos de templanza y rompe manifestaciones pacíficas con turbas, golpes, piedras y orines apestosos lanzados por facinerosos con la anuencia de la policía, es muy difícil que esta rara característica que significa la esperanza del país, se desarrolle.
Se habla que la incidencia de superdotados es entre el 2% y el 5% de la población, por lo que con nuestros 10 millones, deberíamos de tener entre 2,000 y 5,000 de ellos. Son pocos los que consiguen la educación y tratamiento especial para desarrollar sus potencialidades, salvo aquellos que se van del país y tiene la oportunidad de acceder a países más desarrollados y preocupados por su activos, aquí la mayoría se pierde para siempre, los superdotados y no..
Y es que la educación es todo un reto. También vemos como niños con diferentes problemas, requieren de educación especializada. En esa categoría tenemos a los sordos, mudos, ciegos, mongólicos y autistas, que necesitan maestros y escuelas especializadas con presupuestos afines.
Nada de eso prolifera, y es que los gobiernos y funcionarios son tan mediocres, que ni con lo básico pueden.
Acabamos de ser testigos de “honorables” jueces de la Cámara de Cuentas, que se comportaron como verdaderos pájaros de cuentas sin sanciones.
Aun así, estamos hambrientos de encontrar talentos dominicanos de los cuales enorgullecernos y quizás por eso, cualquiera, hasta analfabeto, que dice haber inventado la rueda, le damos tal publicidad y despliegue, aun por altos funcionarios del gobierno, que mueve a risa.
S. Domingo, R. D. * luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com * 7\VIII\2008