domingo, agosto 14, 2011

YA SI LLEGÓ...

Sin Temor… Ni Favor…

Ya si llegó…


Luis H. Arthur S.

Tiene uno que convenir que está loco. No hay forma de confundir los síntomas con desfachatez, burla o demagogia.
Ha llegado a un punto en que la realidad se le confunde y se percibe, se expresa y actúa con un orate candidato al manicomio.
Desgraciadamente todos sufrimos las consecuencias y de alguna manera somos y seremos victimas de su desquicio.
Luce como un extraño con doble personalidad. Una que se le desmorona, se le deslava como barranco en lodo ante la realidad, aquella para la que había tejido mil ilusiones, se le derrumba; y la otra, cada vez más impotente, que con visos de cordura trata de imponerle reglas éticas y morales, que aun pálidamente, casi desvanecidas, intuye de lo que debería ser correcto, sin percatarse que cuando la primera se manifiesta, descarna la segunda.
Dicen que esa enfermedad viene de genes que esperan su tiempo para manifestarse con toda crudeza, bastando en ciertos casos, momentos de gran tensión, de ansiedad desbocada, donde se sobrepasa el umbral de lo tolerado, para que igual que cuando se rompe un dique de contención, la sinrazón se desborde e inunde la mente de una locura que a él le parece brillantez y genialidad. Cuando se sobrepasa ese umbral ya no hay retorno. En otros tiempos lo maginaban y hasta lo encerraban entre cuatro paredes, hoy caminan por la calle como personas normales mientras estén medicados y cumplan el tratamiento y las abstenciones impuestas por los facultativos.
No existen dudas que ya esos momentos funestos se le han presentado, que están siendo su actual escenario, su diario vivir, que sus tiempos son muy aciagos y su futuro se ve lleno de incertidumbre, y al escapar de la realidad que lo disminuye y redimensiona, la mente busca evitar que un cortocircuito mayor lo deje inhabilitado, viviendo en la total irrealidad de su realidad soñada.
Quizás la mente sea la más poderosa droga existente y cuando se abruma, se sobrecarga y se sale de control, para evitar el incalculable daño que esto puede causar, crea escapes de sinrazón que para el afectado no son notorios, sino que en su estado de euforia delirante, se cree casi un dios, que puede y está arreglando el mundo. Vive en su burbuja.
Claro, la ciencia moderna tiene muchos recursos para combatir y controlar este desborde, que creo han llamado bipolaridad (maníaco – depresivo), incluido el electro-choque, que como me dice un psiquiatra amigo, es el restablecedor (reset) por excelencia de la mente. Bien dado y adecuadamente dosificado, incluida anestesia para hacerla más tolerable, borra temporalmente el disco duro cerebral de donde se pueden entonces neutralizar esos virus y tantos otros archivos maliciosos que a la mente enferman y deterioran, conformándola para múltiples percepciones falsas de una realidad ficticia, inexistente, que sólo vive en su mente enferma.
Me dice este médico, que la electrocución controlada deja la mente en blanco momentáneamente y hay que ayudarle a recordar, a reconstruir el pasado durante las próximas dos o tres semanas, y mientras poco a poco comienza a recordar, esta vez dirigiéndola, tratar de centrarla, buscando la razón en la sinrazón de una mente enferma, por problemas genéticos y de balance químico corporal, y que sólo los medicamentos ayudaran a balancear y controlar en el futuro, aunque generalmente, en casos serios y graves, como luce el que nos ocupa, hay que repetir el tratamiento anualmente o con la adecuada frecuencia según los resultados clínicos posteriores, hasta lograr estabilidad emocional, no de cura.
Total que lo que les espera al entorno de estos bipolares, no es nada fácil, pues aunque todos estamos algo locos, un ciego no puede ser guía de un montón de tuertos.
La ambición desmedida y la acumulación de tanto poder generalmente indigestan y tienen un terrible costo mental y existencial.
Ahora si estar loco es malo, hacerse el loco para hablar mentiras, ser irresponsable, incoherente, despilfarrador, deshonesto, simulador, abusador, desestabilizar su entorno y un etcétera bien largo, es aun mucho peor, y merecería que se le empezara a aplicarle rápidamente la medicina popular de caerle a escobazos.
Sto. Domingo, R.D.* luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com*14/VIII/2011