Sin Temor… Ni
Favor…
Hombres felices
Quizás Leonel
sea un hombre feliz dentro de su dinámica de vida mutante. En realidad todos vamos cambiando a partir de
lo que fuimos en nuestra juventud. Solo
la ambición, las oportunidades y los límites fijan frontera a esta
metamorfosis.
Para la gran mayoría del mundo sobrepoblado, el dinero y el poder
son los dioses de nuestro tiempo. Son
cosas tangibles, disfrutables y generalmente dan bienestar económico, anímico e
importancia (poder). El sentirse
todopoderoso debe ser una sensación muy gratificante.
El concepto de Dios quedó rezagado a algo sacrificable, apartable,
pues muchas veces es inconveniente con deseos tangibles del momento, y solo lo
exponemos como bandera de pirata.
Toda persona es distinta, y se entiende que alguien es cuerdo
cuando su grado de locura y divergencia de los cánones de convivencia humana
del momento en que se vive es limitada, aceptable y que no colide grandemente
con los de la sociedad en que vive.
Lógicamente, existe un comportamiento personal y uno social, que
solemos llamar idiosincrasia de los pueblos, donde las costumbres de uno chocan
o se enrarecen con las de otros, y cada cual critica mutuamente. Se da normalmente el caso que cuando miembros
de una comunidad emigran hacia otras, quieren llevar y hasta imponer sus
costumbres idiomas, folclor y forma de vida.
Este es el caso actual de los musulmanes que en un par de décadas se
adueñarán de la mayoría de los países de Europa. Caso similar a la invasión pacífica de
haitianos que propiciamos.
Nuestro país, con una población a la que no le han importado nunca
los límites, es como un paraíso para depredadores, y a través de los años de
vida republicana, no hemos sido más que un juguete de otras naciones y de los
nacionales importantes, que han copiado y aprovechado las ventajas personales y
de grupo, por no decir de casta, que hemos proyectado históricamente y
aceptado.
Nuestros gobernantes o han sido dictadores o veletas arrasados por
estos vendavales sociales de intereses, que solo con estos hombres fuertes se
apaciguan momentáneamente, y que han sido aupados, mantenidos y exaltados por
parte de este mismo pueblo, donde unos sacan pingües beneficios y la mayoría se
pliega por temor, a sacrificar fortuna y libertad a cambio de vida, aunque esta
sea miserable y casi insufrible.
Hemos hecho un doctorado en alabanzas, lambisconería, simulaciones,
en engaño, de la que algunos con capacidades puntuales, se aprovechan y luego
de enquistados hay que sacarlos generalmente vestidos con traje de madera. Sea por acción natural o forzada.
Sin embargo, en nuestro devenir de vida, donde realmente nos
importa nuestro bienestar, egoísta y primariamente, queremos ser amplios y
muchos esconden y hasta renuncian a este condición, luchando por el de otros
más sumisos y de poco espíritu y peor preparación, y así consumimos nuestro
pequeño lapso en este mundo, siempre pensando, dije pensando, en grandes
proyectos, en acciones majestuosas, que solo unos depredadores,, con la ayuda
de tantos soñadores, lo logran y se creen inmortales.
¿Se irá dentro de un mes Leonel?
Creo que no. Habrá que sacarlo a
empujones. No de la presidencia, sino del
maximato que va a querer ejercer y para el que ha preparado al país, con
estructuras que respondan a él, desde la Vicepresidenta, su esposa, hasta los
demás poderes Legislativo y Judicial, etc..
Como el pasquín dejado en México ante la imposición de nuevo presidente:
“Aquí vive el presidente, el que manda vive enfrente”
¿Volverá Leonel en el 2016?... No dudo que este pueblo lo vuelva a
elegir, el masoquismo es nuestro disfrute y nuestra tradición. Todo dependerá de las “traiciones” como se
llamarán y a las acciones y madruguetes de
esta astilla del mismo palo ahora solitaria y bastante aislada, por ser él el
nuevo hombre feliz, cual es nuestro distino.
Monterrey, Mex. luis@arthur.net
* www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com *16
/VII/2010