Sin Temor… Ni
Favor…
Carta abierta
Doña Altagracia:
Reconocemos su compromiso con la sociedad
como prioridad en su vida. De todas
maneras usted, que ha sido parte del "otro lado", miembro del pueblo
humilde antes de ser funcionaria, sabe
de sus frustraciones.
Entiendo que es por
ello que Ud. ha luchado denodadamente y asumido esa actitud de vida que la
enaltece y la distingue. Es importante
no perderla. Oír y compartir con su pueblo, con sus consumidores.
Verse y oírse en aquellos tiempos pasados,
cuando los sueños no cesaban y las frustraciones eran diarias, en lucha
incansable contra el sistema político sordo y cómplice.
Sé que su actual
vida no es sencilla, pienso que debe de tener muchos problemas por el
contrapeso familiar, afectivo y político, que necesariamente y aunque lo
niegue, obra sobre usted como nos pasa a todos, pero usted escogió el camino de
subida, lodo, piedra y sudor, cargando su cruz y su corona de espinas, y va
recibiendo una merecida cuota de distinción y apoyo de sus Cirineos sus amados
y sufridos consumidores, que somos todos.
Los intereses
que enfrenta son muchos, poderosos e implacables, y si pudieran en su
arrogancia cumplirían sus deseos de pisarla y embarrarla como vil cucaracha,
sin el más mínimo sentimiento de culpa. ¡No
se deje! Ellos en su deterioro galopante
ya llegan a darle excremento y cancerígenos incontrolados al pueblo, que es
materia penal, pero que ningún fiscal asume. Como usted bien dice “la gente, es primero”.
Piense que Ud.
es la mejor funcionaria que PROCON ha tenido en su historia, que se preparó y
capacitó esmerada y tesoneramente para ello, y que ha luchando contra la
corriente que todo lo arrastra, prestigiando a este gobierno, no prestigiándose,
siendo una de las dos funcionarias que aún quedan haciendo un trabajo honesto y
trasparente, ante el penoso colapso de Senasa y su otrora admirada Dra.
Marcelino por el reparto indiscriminado de tarjetas en las pasadas elecciones
para comprar una presidencia.
Piense que su
denuncia es justa, legal y que está haciendo una profilaxis trascendente y muy
necesaria para su pueblo. Una limpieza “sanitaria”.
Que no hay derecho, razón, ni justificación para darle a los consumidores un
alimento tan vil, que por demás básicamente comen sólo los pobres, que no
tienen quien los defienda, alimento que no debe ser el único que lo produzcan
sin apego a las leyes y a las normas sanitarias nacionales e internacionales,
ante la abulia o complicidad de otros departamentos como Salud Publica y
Digenor apoyado por Industria y Comercio, entre otros, que están para velar,
normar, supervisar, sancionar, proteger, evitar violaciones y falsificaciones
de marcas y productos de otros, en un desorden colosal pero cotidiano, en un afán
de lucro ilegal. Todo sin que la
autoridad haga o diga nada, aun usted luce confundida y remisa a denunciarlos
con pelos y señales como manda la ley, pues el callarse y no dar la información
completa, decir el pecado pero no el pecador, es considerada como negligencia
criminal en estos tiempos de los llamados Derechos Humanos. Siempre ha sido así, porque los violadores
están protegidos de alguna manera por el gobierno y malos funcionarios
irresponsables, porque posiblemente a usted la presionan desde el poder
corrupto, porque la dejan sola, con poco presupuesto para limitar su acción,
como siempre estuvo en su lucha pasada de solitario quijote.
No se
"queme", no se haga cómplice de los mismos contra los que ha luchado
toda su vida, repito, aunque como siempre ha sucedido hasta ahora, el plegarse,
cruzarse de brazos, mirar para otro lado y dar declaraciones como las que da el
Ministerio de Industria y Comercio y Digenor, le traería beneficios y
aparentemente tranquilidad y sosiego, pero no paz interior, pues tendría
clavada y enconada una cruz interior en la tumba donde enterró su sueño y razón de vida comunitaria.
Con los
fabricantes que haya dudas, así se publica, se les llama privada y
públicamente, se les pide que demuestren que no están involucrados y expliquen
por qué lucen estarlo, por qué sus nombres aparecen como responsables. No tengo dudas de que los experticios de sus
buenos técnicos sean correctos y veraces, aunque siempre puede haber algún indeseado
error humano que se enmienda en el camino. Solo quien nada hace es quien no se equivoca,
y ese no es el caso.
Ciérreles toda
venta, toda producción, aplíqueles la ley, sin exceso pero con rigor, las
multas y demandas correspondientes, póngalos a la defensiva bajo la única
dictadura aceptable, la de la ley.
Este estado de
deterioro progresivo tiene que cesar algún día. No es posible que el 80% de los productores de
salchichón no tenga el obligatorio Permiso Sanitario y que solo dos de 20%
restante sean los que si los tienen vigentes y al día.
Eso es vivir en
un perpetuo desorden, aunque el Presidente se sienta orgulloso de la
"institucionalidad" (¿?) que ha logrado en su mundo irreal.
Me luce que este
penoso caso es solo un débil ejemplo del caos institucionalizado en que
vivimos. ¿Qué pasa con la leche, la
mantequilla, los quesos, el yogurt, las carnes, pollos y las hormonas y
antibióticos, la educación, el servicio eléctrico, las hortalizas, los
insecticidas y herbicidas, los pesos fieles? El poderoso sector energético, el del
GLP que compran por peso con mezcla fuera de norma y quiere vender y engañar
por volumen, donde varios altos funcionarios son dueños. ¿Cuándo tendremos una "Balanza del
Rey"? (http://www.luis.arthur.net/publicaciones/la%20balanza%20del%20rey.htm)
Quizás Dios le
ha dado la tarea de ayudar a orientar el consumo de este país, y usted no le
debe fallar.
Si seguimos
viviendo en un país lleno de leyes y de cortes de jueces comprometidos, donde
no se cumplen el estamento jurídico, salvo con los infelices; si continuamos
manejados por bandidos y ladrones, con oasis como el suyo, sin hacerles
oposición aunque sea parcial y de vez en cuando exhibirlos y llamarlos al
orden, no tendremos esperanza de salir de ese estado mental que de las
dictaduras de Lilís, Trujillo, Balaguer, y alimentada, crecida y heredada por
este Goebbels del presidente saliente, maestro en “publicidad engañosa”, y
seguiremos mereciendo todo los que como consecuencia nos depare el futuro,
hasta un nuevo Presidente atado como andullo, que no le pedirá cuentas de los
desastres y desfalcos de éste y usted será una buena funcionaria perdida en el
remolino por no aferrarse firmemente a la ley y hasta oír malos consejos.
Cuando niñito, mi madre me enseñó una
poesía que nunca he olvidado y cuya primera estrofa dice: "
“Al
caer de la tarde se moría/
como
se dobla un tallo el limpiabotas/
y
al mirarlo en su lecho parecía/
una
esperanza con las alas rotas."
Doña Altagracia
Paulino, se le aprecia y se le desea, que si la quitan luego del 16 de Agosto, si
a la esperanza le rompen las alas, no haya borrones en su hoja de servicios y
si así lo desea, pueda seguir trabajando fructíferamente en el sector privado, la
parte seria que es la mayoría, por sus consumidores y combatiendo y enfrentando
las incongruencias y demagogias de los gobiernos de turno, con todo el respeto
merecido y ganado a pulso, en batallas generalmente cruentas.
Mi apoyo, mi respeto y un saludo. Luis