Sin Temor… Ni
Favor…
Sociedad en Decadencia
Luis H. Arthur S.
"Cuando
adviertas que para producir necesitas obtener autorización de quienes no
producen nada; Cuando compruebes que el dinero fluye hacia quienes no trafican
con bienes sino con favores; Cuando percibas que muchos se hacen ricos por el
soborno y por influencias más que por su trabajo, y que las leyes no te
protegen contra ellos sino, por el contrario, son ellos los que están
protegidos contra tí; Cuando descubras que la corrupción es recompensada y la
honradez se convierte en un auto-sacrificio, entonces podrás afirmar, sin temor
a equivocarte, que tu sociedad está condenada." (AYN RAND -1950).
Ya estoy de vuelta en Santo, Domingo, en República Dominicana, en el país
de las mil palabras, de las mil mentiras.
Donde aunque muchos se dan cuenta de la tragedia de la politiquería, del
gobierno de los corruptos viejos y nuevos, de políticos y empresarios, muy poco
pueden hacer algo ante la indiferencia casi colectiva de la mayoría que han
sido sometidos y regresados a sus instintos originales, en que el colectivo
fracasa ante el yo, ante el bienestar personal, no importa a costa de qué o de quién.
Donde la gerencia para lo malo es efectiva, rápida y eficiente, pero
para lo bueno, conveniente y dignificante es lenta y traumática.
La simulación de los que gobiernan es la norma, la aparente sencillez
es estudiada, pero el fin es el mismo.
Son maestros de la publicidad engañosa, del cambio del ropaje externo,
pero del mismo contenido putrefacto.
Ya estoy de vuelta. Ojalá solo
fuera la percepción de un aeropuerto a la una de la mañana lleno de hombres en
los pasillos, que te miran con aquella mirada que nos quedó impresa cuando el
SIM. Viniendo del aeropuerto de Panamá,
donde un mar de gente libremente recorre los pasillos buscando su salida, sin
ese obvio y amenazante actuar, que posiblemente es mayor y más efectivo, pero
no obvio y amenazante. No les basta con
esquilmarnos, hay que hacernos sentir el peso del poder, la fuerza opresora de
algo que no funciona, pues la corrupción y la droga viven muy buenos y regalados
tiempos. Miran donde no hay nada o hay
poco, mientras ayudan donde hay mucho y dan hasta carnets de autoridad a los
capos, sin consecuencias, en puro contubernio y con toda desfachatez.
Trágica percepción desde que nací, aunque por mucho tiempo ni cuenta
me daba ni lo sufría, no tenía con que compararlo. Ahora, en tiempo de partida es distinto,
entendemos más de máscaras y simulaciones, de métodos y ritos que aparentemente
no cambian pues como dice el consejo popular, si algo te esta redituando más
cada día, para qué cambiarlo, si acaso, simula o modifica lo necesario para
seguir igual y dar la sensación de modernidad.
¡Ya estoy de vuelta! En la
patria de aquel que al crearla abrió la caja de pandora que lo devoró, y que
nunca más se ha cerrado y la maldición alcanza a todos en esta sociedad en
decadencia.
Sto. Domingo * luis@arthur.net
* www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com * 28/VII/2013