Sin Temor… Ni
Favor…
Ciruelo no da Mangos
Luis H. Arthur S.
El Gobierno de
Danilo Medina está próximo a cumplir su primer año, tiempo suficiente para
poder saber que se puede en realidad esperar de ese mandato de 4 años, cuando
ya ha pasado casi un 25% del mismo.
Su forma de gobernar, continuación del gobierno desfalcador de su antecesor
y correligionario de partido, vino auspiciado por una cantidad de violaciones
donde fue marcado el hecho que en su candidatura hubo un notorio desequilibrio
económico y una inclinación y apoyo nada saludables de los poderes del estado,
que ante la escogencia de Hipólito por el partido opuesto, de mala recordación
y gobierno populachero, no fue enfrentada con seriedad, quizás como el peor
mal, y se demostró una vez más que el dinero, la propaganda, la mentira y los
resortes del poder son poderosas armas que tuercen cualquier destino, como débil
varilla de acero, opuesto a como dice un bonito y viejo vals peruano.
Prometió muchas cosas, pero nunca la de examinar la conducta de
sus antecesor, y sus compañeros de partido.
De aplicar justica. Tampoco
cambiar la estructura gubernamental para trocarla hacia el bien común, en el
meollo del poder, no en las periferias y esconder con bonitas flores el muladar
que sigue habiendo, y la corrupción que no cesa, y que no puede cesar, dado que
fuera de pocos nuevos funcionarios, ratificó a mayoría de los mismos y a los
pocos que quitó, como a algunos subsecretarios, los nombró como asesores con
más sueldo, como pagando deudas, como premio a todos, pues como maquinaria
trabajaron como un solo ente, para lograr el fin buscado, que no era otro que
la de perpetuar el partido en el poder, proteger a todos en cuanto a sus
posiciones “ganadas”, sus fortunas y darle total impunidad en sus muchas
penosas responsabilidades. En este
primer años se logró que todos entendiéramos que aquí no ha pasado nada, que
los cambios solo son cosméticos.
Ha tenido la suerte de gobernar sin oposición, pues el otro
partido que se dice mayoritario y que ha detentado el poder en varias decepcionantes
ocasiones, ha sido coludido por dinero, acuerdos y estupideces de gente que no
entiende que hace rato acabó su tiempo en escena, y que tienen que permitir que
otros traten de resurgirlo o hundirlo, cual parece ser el destino de un
conglomerado regido solo por las ambiciones desbordadas, que se proyectan en inoperancia,
dimes y diretes, desordenes y rebatiñas, donde nos percatamos que aun vivimos
en tiempos de las cavernas donde la inteligencia y la civilidad no han ganado
espacio.
Su forma de gobernar ha sido de más bajo perfil, de menos
prepotencia que el anterior, que luce aun dominarlo en lo esencial. Se ha acercado más al pueblo en contactos
dominicales, que le han dado mucha popularidad, pues el pueblo no entiende, ni
en su capacidad podrá entender que un presidente tiene miríada de servidores,
en un organigrama donde siendo él el tope, cada uno igual que él tienen
responsabilidades establecidas, y que en teoría fueron escogidos por su capacidad
personal especifica y por tanto tienen que ser entes efectivos en el gobierno,
cumpliendo con su deber, y coordinándose con el superior. De no hacerlo, esa parte del mecanismo de
gobierno falla y debe inmediatamente ser corregido reemplazándole, como se hace
con el motor de un carro.
Claro que el presidente puede querer decir misa y al mismo tiempo
repicar, pero una de las dos cosas la va a hacer mal sino las dos, porque al
hacerlo, siendo el tiempo solo uno e indetenible, le está liberando de la
responsabilidad de su labor y tratando de suplir su incapacidad o desgano, y lo
que sería peor, la incapacidad de ambos.
Así el presidente “regaña” a un ingeniero que detiene una obra escolar en
un paraje del centro de país. Se rebaja
a tal papel, sin siquiera saber las condiciones por las cuales eso pasó, que
pudiese ser incapacidad, inexperiencia tanto en lo profesional como en lo
administrativo o simple abulia del ingeniero a cargo, como también problemas de
retraso y trabas en los pagos de las cubicaciones, presiones para que de
comisiones que van a reducir su presupuesto y pueden tener repercusiones e
inconvenientes en la calidad de la obra, destinada a escuela en sitio muy
sísmico, donde ya una vez desapareció La Vega vieja. Son secuelas normales de usos y costumbres en
las obras de gobierno que las autoridades ni ven ni quieren ver.
Si este fuera el caso, que no me consta, pero he trabajado 50 años
en ese mercado, donde decidí no hacer ninguna obra para el gobierno, el
ingeniero nada puede decir sin arriesgarse a que el gobierno le caiga encima,
lo aplaste, y tenga que alquilarse de chofer si le dan licencia y la mafia
choferil lo permite sin darle palos en plena calle o avenida principal, o
abandonar el país para empezar de nuevo, pues esa mafia que todos conocemos, lo
crucificaría, y ante las denuncias, Danilo nada haría, como no lo ha hecho en un solo caso.
Felicidades avanzadas al presidente espectáculo, que preso, quiere
ser orquesta y no director, quizás al no poder o querer cambiar las cosas para
pasar a la historia de manera distinta, como se habla de sus antepasados, no
como un mandado de Leonel, haciendo pequeñas cosas buenas, y obviando las
verdaderamente importantes que debían ser su prioridad y nuestra aspiración, y
todo por querer apostar a viejos y no a jóvenes.
Monterrey, Méx * luis@arthur.net
* www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com * 14/VII/2013