Sin Temor… Ni Favor…
Solución Imposible
Luis H. Arthur S.
Tantas
veces he oído a la policía quejarse amargamente de lo fácil que sueltan a los
maleantes que ellos detienen y someten a la justicia. Lógicamente es frustrante que estas cosas pasen,
pero me gustaría me permitan analizar mi percepción del problema:
La
misión de la Policía es mantener el
orden interno del país, teniendo el respeto y la confianza de la población, cuidando
que todo aquel que delinque, esto es que viola la ley, cualquiera de las que
están vigentes y forman nuestro sistema legal, sea detenido sin importar el
color, la clase social y su posición económica en la sociedad.
Esta
detención es automática cuando al delincuente lo sorprenden infraganti
cometiendo un delito, en caso contrario su detención y el sometimiento va a
depender de una prudente, capaz, paciente y honesta investigación detectivesca,
hecha por gentes capaces, responsables, que se respeten a sí mismos, que fueron
entrenado para su trabajo y el conocimiento de las leyes y que sean capaces de rechazar
ordenes e interferencias de superiores o políticos para descartar culpables o
culpar inocentes, partiendo del manteniendo inalterado el lugar del los hechos. Deben de estar apoyados por un cuerpo de medicina
forense y sicólogos, para elaboración de perfiles. De laboratorios bien equipados con personal e
insumos, de manuales de procedimiento y limites, con capacidad de movimiento y
traslado para buscar a los investigados, salas de interrogatorio donde todo
esté grabado sin que se pierdan las cintas, y no haya golpes, amenazas,
martirio, sin que infelices ancianos madres y padres sean secuestrados por la
policía como rehenes para que alguien se entregue, en métodos cavernícolas y
que no respetan los Derechos Humanos. Lógico
todo personal será nuevo, los actuales están mentalmente deformados; bien pagados
y supervisados no solo ellos sino los presupuestos para estas labores.
Cuando
tengamos una policía que se respete, no hable mentiras, ni se parezca a un escuadrón
de la muerte, ni pretenda ser más de lo que la ley le faculta, y que haga su
trabajo conforme a las exigencias del próximo nivel, la Fiscalía, y se sienta orgullosa de su trabajo, no le van a devolver
ningún expediente por mal hecho, incompleto o festinado.
A
veces estas investigaciones justas y legales no se hacen en un día, sino que
incluso se puede tomar años, pero tienen mayor garantía de ser veraces, de no
acusar a inocentes ni a personas que hace varios años ellos reportaron como
muertos en intercambio de disparos... También
deben existir almacenes seguros para los archivos, con niveles garantizados de
custodia de estos y las pruebas materiales del caso, bien mantenidos, para que
no se pierdan, ni lo roben, lo mutilen o lo alteren, ni se venda información, y
vayan a acabar a las manos de los acusados y sus abogados. Con entrada restringida y documentada.
Toda
investigación seria se hace en coordinación o cooperación íntima con la
fiscalía, para garantizar que cuando ellos la reciban estén suficientemente
completas, profundas con toda la documentación de las pruebas, listas de
testigos, que los Fiscales completarán de ser necesario y luego de evaluarlas y
calificarlas en cuanto a las leyes que se vulneraron y la pena a pedir, y los
requisitos y y jurisprudencia de los jueces, para que al presentarlas a ese
próximo escalón, lo Jueces, estos no
puedan alegar prácticamente nada, pues ellos están ahí para evaluar las
pruebas, escuchar las acusaciones de los fiscales y los alegatos de defensa. Se ha seguido la ley, todo está bien
documentado y por tanto los jueces no podrán soltar a tantos maleantes por expedientes
mal instrumentados, como es su alegato.
Claro,
aquí estamos considerando que los dominicanos somos capaces de ser honestos, de
rechazar a aquellos que nos quieren desviar del camino correcto, y creo esta es
la parte más difícil de estos tres escalones.
Pues cada día somos más los que ingresamos al mercado de la oferta pública
de nuestro orgullo, honor, responsabilidad, ética, etc.
Vivimos
desde siempre con una policía intuitiva, secuestradora, que primero mata y
luego alega, generalmente sin pruebas, que fueron atacados; que asaltan a las
personas en sitios oscuros para robarles y hasta les obligan a ir a un cajero a
sacar dinero para ellos y para los jefes.
Hubo un jefe de policía Guillermo Acosta, que según nos refieren los
periódicos y los testigos, que ante Leonel que nada hizo, en su oficina de
palacio, dijo que el ganaba $40 millones mensuales, y que el anterior recibía
más. Como nada ha cambiado, habría que
preguntarse cuánto gana el actual, entre su sueldito legal y la cosecha diaria.
Un
sistema de Fiscales capaces y responsables, empezando por un procurador que
rechaza querellas porque son contra su amigo, que no sabe, quiere o le conviene
investigar y quiere ser presidente, y unos jueces que se sienten en la gloria,
con mano libre, ante la incapacidad de los que le anteceden que deberían
mandarle los acusados con sus pruebas legales, contundentes e irrefutables.
A
mi juicio, repito, este es el panorama, y no se valen quejas individuales. Lo que
verdaderamente importa es que al poder político no le interesa enderezar la
justicia que tanto les beneficia en su estado actual, pues podrían ser tocados
y eso es una afrenta.
Duermen
al pueblo con discursos de supuestos avances y medidas sobre seguridad y
justicia, pero ese cacareo de reformas y mejoras solo están de su boca para
afuera y en los periódicos para consumo de tantos tontos. Esto lo acaba de denunciar Participación
Ciudadana.
Mientras,
seguirán las quejas histéricas de los actores culpables para tratar como hasta
ahora lo han logrado con éxito, desviar la atención y mostrarse no como
culpables, sino como afectados, tirándose la pelotica de unos a otros..
Todo
esto siguen siendo afrentas a un pueblo dormido y en descomposición.
Sería
bueno ponerlos a ver los programas con que todo el día y la noche nos tienen
saturados los canales de la TV por cable, claro maquillados, pero reales y que
aun así enseñan mucho, contra este sistema investigativo que encuentra
criminales reales o ficticios en horas, pero no puede encontrar a La Soga ni en
años.