PAPA PEGON
Por: Luis H. Arthur S. http://www.luis.arthur.net/ http://www.luisharthur.blogspot.com/ 17 Octubre 2006
La hipocresía siempre ha sido un arma de engaño en el devenir social.
Ha sido arma muy efectiva de las naciones, donde sus embajadores son los máximos simuladores. Se perfila en todos los campos. Los políticos la cultivan esmeradamente.
El tráfico y consumo de drogas es uno de esos campos. Desde que este flagelo nos arropara, todos hemos caído a menos. Nada es como cuando yo me crié, con tantas necesidades económicas, pero con tranquilidad y libertad, sin miedo a la delincuencia, secuestros y drogas. El Alcohol y cigarrillo eran nuestras mayores tentaciones.
Hoy EE.UU., el mayor consumidor de drogas, se da el lujo en un acto de hipocresía increíble de culpar, certificar y castigar a todos los países que ellos califiquen como permisivos al paso de la droga por su territorio para ingresar al de ellos. Entienden que estos gobiernos son culpables al menos de negligencia culposa. Cuando esa droga entra a su territorio y es distribuida y consumida, ellos no son culpables de nada. Así se dice que México es un país corrupto porque deja que la droga entre y pase por su territorio, y es todavía más corrupto porque permite que entre a los EE.UU. ¡Entienda alguien esa lógica!
En los EE.UU. cuando agarran algún traficante, o es “de la conexión francesa” o es mexicano, dominicano, peruano, colombiano, todo, menos americano. Las terribles “Mafia”, “La Cosa Nostra”, el “crimen organizado”, fueron desmantelados y arrancados de raíz posiblemente por aquel famoso federal Elliott Ness, y como los dinosaurios, se extinguieron para siempre.
En la Biblia, en el Libro de Los Números 25-1 “Mientras Israel estaba en Sitím, el pueblo comenzó a prostituirse con las mujeres moabitas…. 4 El Señor dijo a Moisés: "Toma a todos los jefes del pueblo y cuélgalos públicamente delante del Señor….. ".
Vamos a imaginar, sólo a imaginar que en igual forma draconiana como la ordenada y ejecutada por Moisés, todo cargamento de droga interceptado se envenenara y se le permitiera continuar su viaje.
¡Cuántas sorpresas! Habría que abrir nuevamente las fronteras, olvidarse de visas, de los muros de vergüenza, para ver si en cinco lustros se vuelven a poblar. Eso sí, los que quedasen vivos y su gobierno, no van a tener problemas de drogas ni lavado de dinero, pues su producción decaerá y desaparecerá en cuestión de días por falta de demanda.
Es injusto que nuestros países se desangren en dinero y vidas, tratando de atajar, lo que ellos no tienen capacidad ni voluntad de parar. Que sea el malo quien califica, y que cuando capturamos cargamentos de droga, no seamos compensados por estarle haciendo el trabajo a ellos y a tantos otros, ricos y desarrollados. Tampoco es justo que estén dañando nuestros países devolviéndonos a todo ex-presidiario que salió bueno y allá aprendió, hizo su master y su Ph.D. Al recibirlos, con nuestras pobres instituciones y tantos políticos que deberían de ser presidiarios, nos desestabilizan y quitan nuestra tranquilidad, sin que tengamos ni fuerza ni voluntad de salirles niños respondones al papá pegón.
Fin