SIN TEMOR…
NI FAVOR…
Cómo nos estafan
Luis H. Arthur S.
Esta mañana escuchaba a un señor de Puerto Plata que llamaba por teléfono a un programa de comentarios radial, donde decía que cuando iba a surtirse de GLP en cualquiera de las varias estaciones de expendio, con un tanque de capacidad certificada por el fabricante de 12 galones, él tenía que mandar a parar el llenado cuando el medidor pasaba de 13 galones.
Hace unos días me llamó un viejo amigo quien ha ejercido funciones de demasiada responsabilidad, y me pidió que observara las bombas de GLP que en Santo Domingo le han puesto un tubito de 1/4” ó 5/16” que va desde la entrada del combustible hasta después del medidor que cuenta el despacho, lo que dá la impresión de estar devolviendo una parte del liquido ya medido. Si esto pasa digamos en un 10%, cada vez que el medidor mide 10 galones, como devuelve uno sólo echa 9.
En Santiago, los mismos medidores no tienen ese “by-pass”.
Para comprobar su decir fui a un expendio de Arroyo Hondo y efectivamente, existe ese tubito, lo cual deja a uno haciéndose demasiadas preguntas sin respuestas.
Se ha dicho que los expendedores de GLP no solo juegan con los volúmenes del gas subsidiado y no subsidiado. De la mezcla conveniente de Butano y Propano que disminuye el poder calorífico de combustible, y en adición parece que en los expendios hace lo suyo con medidores arreglados, y al fin de la cadena, el estafado consumidor queda totalmente desprovisto.
Dos o tres veces por semana me pasa algo similar cuando voy a comprar gasoil para mi planta en un recipiente que en unas bombas toma 6.6 y en otras hasta 6.9 galones.
Se supone que Digenol está para eso, pero luce que no tiene voluntad o dinero, ni suficientes inspectores capacitados y que no se coludan, pues en la prensa nunca se ve que cerraron un expendio y sometieron al propietario por prácticas ladronas.
El gobierno roba, los políticos se hacen rico, los sueldos de cualquier pelafustán pasa del medio millón mensual cuando menos, los de los policías, militares y el pueblo dan penas.
Ahora el Presidente compra conciencia y gasta a manos llena en su afán reeleccionista.
La corrupción oficial, que Bidó no ve, está poniendo la pauta y estamos llegando a un “sálvese quien pueda”
luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com * 12/III/2008