sábado, marzo 01, 2008

RECIEDUMBRE

SIN TEMOR… NI FAVOR…

Reciedumbre


Luis H. Arthur S.

A veces se me cae el ánimo, cuando personas que uno tiene en alta estima aunque no la conozca, cuando la entrevistan dicen cosas que están reñidas con la verdad y siendo pensantes, se conducen como descerebrados que sólo repiten lo que dijo su jefe político, en una dualidad para mi incomprensible.
Hoy escuchaba la respuestas que Doña Ligia Amada de Melo le daba a quien la entrevistaba en TV, cuando le preguntaron sobre los montos invertidos por el Estado en Educación, que no cubrían lo establecido por la ley, su respuesta fue la misma del Presidente Fernández en el Congreso, cuando dijo que los pagos de la deuda y los subsidios, no habían permitido al gobierno disponer de dinero… etc. Una señora de su capacidad, maestra y educadora de años, repite algo que no acepta análisis, pues sólo el año pasado le transfirieron cuantiosos fondos de Educación y de Salud al Metro Faraónico. Nada dice tampoco del despilfarro de dinero que se gasta a manos llena en publicidad, campaña reeleccionista y compra de políticos y partiduchos. Se olvida de esas sobre valoraciones que alimenta la corrupción. Tampoco nos habla de esos sueldos de lujo que golpean en la cara a tanta gente de pueblo, a esa gente que no gana ni para vivir mal, de esos que casi se matan por subirse a ese Metro que los posterga y les condena a seguir en la pobreza a ellos y sus hijos por falta de inversión en educación, en un espectáculo deprimente, que debía de avergonzar a una educadora de su calibre y trayectoria.
La política, o mejor dicho la mala política primó y la desesperanza sigue ganando terreno.
Como decía, a uno se le encoge el ánimo con estas cosas.
Igual pasa con el Dr. Bidó Medina, quien en el atardecer de su vida digna, está haciendo un papel que a mi juicio está dañando esa verticalidad que con disciplina y sacrificio se impuso como norma de vida.
Los que somos viejos, de alguna manera deberíamos de perseverar y hasta ser protegidos para evitar que aunque caigamos físicamente por falta de fuerzas en nuestras piernas, no lo hagamos moralmente, y en pocos años echemos a la hoguera lo más importante que tenemos, nuestra seriedad, reciedumbre, y capital moral, que como pilar firme pueda servir de ejemplo y apoyo donde otros puedan tirar sus amarras.
luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com * 29/II/2008