SIN TEMOR… NI FAVOR…
El Flautista
Luis H. Arthur S.
En tiempos modernos volvemos a los de Nerón y le damos al pueblo circo en vez de pan y oportunidades de mejor vida, de mejor educación y salud, y de esperanzas para sus hijos.
Nuestra falta de conocimientos, que como vaso comunicante nos da una gran capacidad de deslumbramiento, como nuestros indios cuando vino Colón y les ofreció espejitos, nos condenan a ser como seres no pensantes, deslumbrados por el que habla bonito, como si él fuera el Flautista de Hamelín.
Si así somos felices, es de suponer que personas como yo estamos equivocados y que sólo nos quedan dos caminos, adaptarnos a las condiciones imperantes y sacar ventajas de ellas o emigrar física o mentalmente.
Sin embargo éstas que parecen las mejores soluciones están equivocadas, pues si en una sociedad o en una persona no existiera la inconformidad, el deseo de progreso y de cambiar las cosas, se está condenado a la no evolución, y a vivir una involución al atraso y a la decadencia.
Por ellos tienen que existir disconformes honestos, pues es la única manera de que la sociedad eventualmente trille otros caminos distintos a los actuales.
Caminos que este gobiernos de “esperanza” y otros nos han vedado y sustituidos por los que a ellos los enriquece, glorifica y perpetúa. Caminos en que han primado los caprichos personales, las imposiciones y la compra de tantos que se venden, sin ponderar las ideas de otros, sin límites de ley, sin buen sentido, lógica, la institucionalización y el patriotismo.
Tiene uno que llegar a la conclusión que ellos quizás piensan que son la patria, los iluminados, los inefables y los demás, simples seres a los que les cuesta razonar y actúan instintivamente, y se les puede convencer fácilmente de que hasta el tren que los posterga es símbolo del progreso y modernidad. Ellos, los predestinados, los elegidos de Dios, como se decían reyes y los zares, sólo tiene que tocar su flauta para que las ratas lo sigan a su muerte. El Rey Sol fue guillotinado y el Zar Ruso fusilado al paso de las revoluciones de las masas que ellos dejaron sin opciones.
La historia de la humanidad tiene muchas lecciones. La nuestra también. Hoy luce que repetimos los mismos errores que nos pueden deparar un futuro lamentable. ¡Qué pasará cuando el dinero se acabe!
luis@arthur.net * http://www.luis.arthur.net/ * http://www.luisharthur.blogspot.com/ * 7/III/2008
