Sin Temor… Ni Favor…
Yo también dormiré…
Luis H. Arthur S.
Parcelas fértiles pero baldías. Habitación obscura donde la luz y aire se cuelan, solo por puertas y ventanas mal selladas, por hojas de zinc no bien clavadas o rendijas en las viejas tablas retorcidas de las casas del pueblo. Luz que en la noche ilumina menos. Solo destellos de relámpagos amenazantes.
Esa luz y ese aire que nos quieren avisar que es tiempo de cuidados, de plantar, de laborar, de trabajar. De arrancar yerbas malas. De estar alerta y no descuidarnos en conformar lo que viene.
Pero ya estamos acostumbrados al día a día, mañana, descansados y confiados, volveremos a quejarnos de nuestra suerte, de nuestra mala suerte, donde todo es cuestión de hados.
Ahora dormiremos. Cuando la tormenta afuera se desata incontenible.
Su rítmico y monótono devenir da placidez a nuestro sueño. Ella puede comprometer nuestro futuro, inundarnos, pero no importa, ni siquiera queremos buscar soluciones más seguras. Lo que ahora queremos es dormir y soñar.
Nave común que unos cuantos no logran salvar, ni orientar, ni encontrar salida airosa. Se encuentran sometidos, abajo por el mar inmenso y arriba por el viento furioso e insaciable de unos cuantos, que increíblemente con migajas de dinero se ponen de acuerdo.
Sus voces que no logran unir egoísmos micros para crecer y aunque griten, el rugido de la tormenta acalla sus voces y da mayor sosiego de niño al sueño reparador de mentes vacías con esperanzas largas. Así son los ciclos repetitivos de nuestra historia.
Aunque no lo crean, mañana, cuando despierten, es cuando vendrán las pesadillas, las mismas recurrentes y quizás peores. Dejémosle ahora dormir, y digamos, llenos de nueva esperanza, ya que nada puede despertarlos, como Mónica Somosierra: “…/Duermete Natacha, dermete/ que mañana saldrá el sol/ ese que todo lo espanta”.
Sto. Domingo, R.D.* luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com *23/X/2011