sábado, abril 07, 2012

PADRE: TODO ESTÁ CONSUMADO


Sin Temor…   Ni Favor…

 Padre: Todo está consumado

 Luis H. Arthur S.
Tiene razón para estar molesto.  Cuando en su camino de purificación, luego de endurecer y templar su carácter venciendo todas las adversidades y los escollos que le tendieron, se le veía como esperanza reivindicada, sufrida, casi como mártir del sistema y de sus amigos, con luz propia, llegó a una bifurcación importante y por propia elección tomó el camino errado (a menos que arrepentido de estar arrepentido estuviera listo para tirar la toalla), el que lucía fácil, el de cantos de sirenas, incompatible con el hombre fuerte y experimentado que buscaba su propio camino.
Ahora ante la realidad, luce que se cuestiona con esa dureza con que uno se trata a sí mismo, cómo pudo ser tan estúpido y tan mal estratega...
Mal juzgó.  No se tuvo suficiente confianza.  Creyó que sus alas eran aun muy débiles y renunció a volar solo, con la parte sana de su partido, a marcar la diferencia, y se dejó rodear de buitres políticos, de las mismas aves de rapiña que lo habían traicionado y asediado, que habían traicionado las ideas del partido, de las que quiso huir como pichón que escapa, y tuvo éxito por un tiempo como esperanza renovadora y reivindicativa.
Ahora es su presa sin remedio.  No había tenido suficiente fe en sí mismo, en su mensaje, en su partido y en su pueblo.  Con su decisión dejó a mucha gente buena que lo sigue también atrapada y quizás hasta molesta.
Rodeado de buitres y carroña política, se convierte uno en lo mismo y el olor que despide no es agradable y las promesas de diferenciación y justica, suenan palabras huecas.  Ya se percibe como parte de lo mismo.
Tarde recapacita sobre lo obvio.  Ya no gobierna su aspiración.  No puede evitar que hasta el testaferro senador lo relacione y hasta se diga compromisario y aliado a él, de su triunfo, y lo financie con ese dinero que luce sucio, que crece como palomitas de maíz, y al hacerlo lo embarra asociándolo necesariamente a su forma de actuar y a su negro futuro.
Ni siquiera puede quejarse.  Las palabras se atragantarían en su garganta. Les conocía demasiado.  Escogió mal su camino y al hacerlo todo quedó definido.  Quizás confió que nada era imposible con bonitas palabras y promesas vacuas, en un país de pobres, analfabetos y olvidadizos, de un pueblo sin vergüenza y sin pudor.   Quizás en lo intimo hastiado, que quiere un cambio desesperadamente.
Perdió su gran oportunidad cuando se sometió.  El 20 de Mayo sólo será la confirmación, pues aunque ganara por los métodos que fuesen dables, no sería un triunfo, sino el principio de una pesadilla.
Luce que ya su triste realidad le está haciendo crisis, pero ya no se puede detener ni devolver.  Desde que se alió fue cada vez más relegado a algo secundario y cada día lo empujan más hacia la cola.  La trulla de “vencedores” lo arrolló.  El Presidente hace campaña para él mismo.  Hasta su incapaz hijito y heredero lo ningunea.  Se ve molesto, estresado.  Sin tiempo, ánimo ni fuerzas para sacudirse, para portarse a la altura de las palabras que aun salen de su boca, con una sonrisa congelada que dista mucho de reflejar un verdadero estado de felicidad y paz.  Es duro no poder diferenciarse y poner distancia de los buitres, de la corrupción, de la carroña que lo rodean y lo amenaza. 
Simplemente tiene que seguir, no hay otro camino que el del sacrificio.  ¡Padre: Todo está consumado!
Se nota demasiado cansado y agotado.  Camino de la crucifixión, solo, sin ningún Cirineo que trabaje para él, no para sí mismo..  Sabe, como lo sabemos todos, que si tratara de liberarse de ese anillo opresor ahora o luego, un colapso no sería descartable ni sospechoso.  El agotamiento por esta y otras campañas, el de tantas trapisondas en su camino de purificación, la falta de sueño y el de ese coraje reprimido que no puede esconder ya, traen infartos…  La señora de los sombreros y los relojes caros entraría feliz al relevo, haciendo más feliz aun a los buitres, que ya no tendrían que vivir vigilantes, ni temerosos y tampoco serían descartados.
En esta Semana Santa, alegórica a la crucifixión de Jesus de Nazaret, quizás sea buena para reflexionar, para que Juan pueblo se identifique con el Cristo redentor injustamente Crucificado.  Quien en aquel monte del Calvario fue secundado por dos ladrones también condenados a muerte.  A uno llamaron el buen ladrón y a otro el mal ladrón.  Los dos eran ladrones y en teoría no hay ladrón bueno, por eso allí estaban.  Pero uno se arrepintió diciendo que su condena era justa, pero no la de Jesús y que quería estar con él en su reino celestial.  Lo alabó y eso nos dicen que lo cambió de malo a bueno.  Parece que el arrepentimiento hace milagros y el perdón trasmutaciones.
Así nosotros el 20 de Mayo iremos al calvario con dos ladrones que públicamente no lo niegan ni se defienden de tantas acusaciones, ni dicen estar arrepentidos y dispuestos a devolver lo robado como exige la Iglesia para el perdón y la transmutación, solo discuten cuál de ellos es más ladrón según el monto de lo que cada uno robó, aunque ladrón sea ladrón.
Desgraciadamente el ascenso a la Presidencia no hace el milagro de convertir a un ladrón malo en uno bueno, generalmente lo envilece más pues pone poder y dinero en sus manos, y aunque no se lo digamos, le sonriamos y hasta alabemos, por temor o por conveniencia, seremos gobernados por un ladrón.  Luce ser nuestro destino aceptado y ratificado históricamente muchas veces en las urnas.  En estas elecciones no habrá diferencia.
La gran pena es que Juan Pueblo, como dice la fe cristiana, luego de esta crucifixión no va a resucitar de entre los muertos ni a subir en cuerpo y alma a los cielos en un Domingo de Pascua.