domingo, junio 30, 2013

DE SUEÑOS A REALIDAD



Sin Temor…   Ni Favor…



De sueños a realidad
 Luis H. Arthur S.
A veces los comienzos llenan toda la vida, sin que te detengas a pensar sobre su racionalidad y validez.  Son quizás casos fortuitos del azar en que nos desarrollamos.
Aunque fuimos el ombligo del “descubrimiento” publicitado y reconocido, de nuevas tierras y pueblos, algunos muy desarrollados, quizás más que el de los descubridores, y ciertamente más sanos, como ombligo al fin fuimos cortados, quedando solo un remate arrugado que recuerda hoy el conducto vital de nuestra alimentación en el útero materno y de las maravillosas células madres, que en su infinita sabiduría nos construyeron en la diversidad que hoy somos.
Perdido en nuestra anatomía se encuentra ese punto que nos pasa inadvertido y que pensamos que para nada sirve, quizás solo como punto y aparte de nuestro ser.
En comparación, nosotros, como pueblo, que fuimos conducto de las células madres con que se conquistó América, nos hemos quedado siendo un remiendo en medio de la nada.
Hoy se le da mucha importancia a éstas células, y hasta se habla que son las responsables de que podamos regenerar órganos, huesos, cartílagos, tejidos, y en la creencia de que nuestro cuerpo al nacer, crecer y ser adultos ya no las necesita y se han eliminado, existe un movimiento para los que pueden pagarlo, donde conserva congelado y preservado el conducto umbilical de niños de padres pudientes, para que cuando sean mayores o viejos, puedan usarlo como medicina para reconstruir y remodelar su estructura anatómica, como se remodela una casa vieja o colonial, para devolverle su esplendor original o se recaucha una llanta.
Otros dicen que en nuestro cuerpo aun tenemos, a cualquier edad, una gran cantidad de ellas y que adecuadamente estimuladas pueden hacer su trabajo original y devolvernos la salud reconstruyendo nuestras partes averiadas y funciones afectadas.
En fin, que la medicina avanza en manos de investigadores calificados, que en la generalidad encuentran tantos escollos y falta de financiamiento, que a veces abandonan su trabajo sin concluirlo, o convenientemente se pierden en las páginas amarillas de alguna revista, y solo algunos van abriéndose paso hasta convertirse en nuevos paradigmas.  Podría pensarse que es la forma de selección natural y que solo prosperaran las verdaderamente buenas, pero en estos tiempos en que la economía manda, muchas zancadillas se manifiestan por puro interés pecuniario.
Solo como recuerdo de artículos anteriores, traigo a colación al Dr. Rymond Rife, quien fue aclamado por haber establecido la teoría, hoy ampliamente comprobada, que todo en la naturaleza tiene una frecuencia de resonancia asociada.  Así también los órganos, los patógenos, del cuerpo animal y humano, tienen la suya.  Creó equipos que generaban frecuencia y curó, reventando los patógenos con sus frecuencias propias de resonancia, todos los casos de cáncer en pacientes desahuciados que la Clínica Mayo le suministró y supervisó, eso por los primeros años del 1930, auspiciados por la Sociedad Medica del los EE.UU.  Banquetes, titulares, fama, hasta que cayeron en la realidad de que el negocio médico  y de medicamentos iba a ser muy afectado.  Entonces lo combatieron, desmintieron, le compraron colaboradores, los que no se vendieron sufrieron “accidentes mortales”, le quemaron su casa y laboratorio con todos sus expedientes, destruyeron sus equipos, microscopios y generadores de frecuencia y prohibieron en ese país hasta la fecha el tratamiento de la salud con frecuencia Rife.  Tanto él como la Dra. Hulda Clark que años después comenzó a trabajar sobre lo mismo, salvaron su vida al emigrar a México, más rápido que de carrera.
Al Dr. Richard Boeringmayer, quien descubrió que podía detectar con un imán y la respuesta kinesiológica del cuerpo el estado acido o alcalino de los órganos, sin tener que hacer dolorosas y peligrosas punciones, y que podía equilibrar el pH perdido de esos puntos con un imán externo, sin uso de medicamentos, aun lo están buscando... Simplemente se evaporó o lo evaporaron.
El Dr. Goiz ha salvado la vida de él y su familia en México quizás milagrosamente, pues ese país tan tolerante con extranjeros, con un paisano meritorísimo, ha sido extremadamente duro, pero su descubrimiento es de tal magnitud, que 25 años después se ha extendido a todos los continentes y la oposición en México empieza a ceder.  El sana no con uno, sino con dos imanes pues descubrió que siempre que se genera un punto acido se crea otro alcalino relacionado, y con ellos se pueden curar sino todas, casi todas las enfermedades.  Así de simple.  Sin punciones.  Sin medicamentos.  He ahí el pecado mortal del descubrimiento.
Hoy leo que Israel dice tener nuevo metodología para la medicina y que los quirófanos habrá que rehacerlos totalmente, sin bisturí, pues ya no será necesario ser invasivo del cuerpo humano, debido a que, sin decir cómo, nos hablan de energía, ultrasonido, equipos electrónicos que dirigen la energía a los sitios afectados que sanan.   En otras palabras, la visión antigua y aun defendida y enseñada por las universidades del mundo, está llegando a su fin, y son ingenieros de alta tecnología y visión los que comienzan a liderar la salud nueva. 
También allí esta tecnología ha encontrado muchas dificultades según confiesa el diseñador, el soñador como él se llama.
Para concluir con el principio de esta entrega, parece ser que aun tenemos suficientes células madres en el cuerpo y aunque todavía en experimentación, hay una forma de incentivarlas y activarlas con imanes.  De poderse comprobar y sistematizar esto, también tendremos en la mano no solo la eliminación de todos los patógenos conocidos, que producen todas las enfermedades que nos afectan con el Par Biomagnético o Bioenergético, sino también la reconstrucción de partes de nuestro cuerpo severamente afectadas, usando el  PAR GEN.