Sin Temor… Ni Favor…
El Tsunami de la
kinesiología
Luis H. Arthur S.
Vivimos
millones de años sin conocer la Kinesiología, que sin embargo como todo, existía
desde siempre.
De alguna manera las cosas nos son develadas solo cuando el
momento adecuado ha llegado y al hacerlo se nos abre todo un mundo nuevo de
posibilidades increíbles.
Para los 70 y los 80 pensar en un celular, una cajita que nos
permitiera hablar con cualquier persona en cualquier parte, solo eso, era sueño
de opio. Lo mismo podemos decir de todo
lo que nos rodea. Nuestra vida en sus
formas, costumbres y manifestaciones cambia drásticamente de acuerdo a nuevos
descubrimientos.
Recuerdo al Dr. José Joaquín Puello diciéndome que gracias al
financiamiento de los Beatles se había materializado el Scanner, simbiosis
entre el antiguo equipo de rayos x y la moderna computadora, que era uno de los
avances más importantes de la medicina.
El gran problema de la vida es que cuando se abre una puerta, y no mucha
gente está trabajando para hacerlo, por ahí se cuelan en aglomeramiento que
luce molote, tantos como puedan pasar, y eso incentiva a otros a abrir más puertas
hasta que las formas externas y a veces intimas del vivir cambian a formas distintas,
a veces más llevaderas, más tecnificadas, pero poco duraderas pues serán a poco
reemplazadas, pues luce que como con las cascadas de un rio de alta montaña,
las caídas y los rápidos son inevitables.
Para muchos de nosotros el internet es parte de nuestra vida, y
si nos falta por un tiempo, estamos a veces desesperados. Desesperados por algo que hace 30 años no
conocíamos ni soñábamos tener. Ahora no
solo tenemos el fijo de la casa, sino móvil en el celular.
El mecanismo de la vida se ha cargado creo que demasiado hacia
la parte económica, y todo aquello que la aumente avanza a velocidades
vertiginosas, y todo aquello que atente contra ella, a velocidades de tortuga, sin
distinguir entre el beneficio o el perjuicio que ocasionen, sin embargo, lo
importante es que avancen, pues eventualmente se estabilizará en la velocidad
que le sea propia y conveniente pues la vida no se detiene, y permitirá que ésta
siga avanzando en su loco tropel sin directores ni directrices.
La kinesiología (Tratado del Movimiento muscular involuntario
de los músculos) es una de esas.
Resulta que
vista ampliamente tiene muchísimas e importantísimas aplicaciones a nuestra
vida, pues estudia el movimiento de los músculos, agonistas, antagonistas, de
reemplazo o sustitutos, de cada coyuntura del cuerpo, de cada sostén del
esqueleto, y ya eso le reserva un lugar importantísimo y privilegiado en la
medicina y el conocimiento de cómo opera normalmente nuestro cuerpo, pero
además, y para mí sino más relevante al menos igual, es el descubrimiento de
que es el internet del cuerpo, alma y espíritu.
El BIOINTERNET. La comunicación
directa con la subconsciencia y los estratos superiores del existir del ser multifacético
en el sentido de contar con cantidades de puertos de “entrada” y de “salida”, o
como se llaman en computación I/O (Input-Output).
Cada día se
encuentran más y todos son redundantes, efectivos, reales y confiables y simultáneos.
Hablo de que este bioineternet igual opera mecánicamente, como
cuando se conecta una computadora con un cable al internet, o por energía
mental, equivalente al WI-FI, que así es llamado el método prevaleciente de
interconexión inalámbrica, a puras ondas de energía. Lo mismo pasa con el cuerpo, y mucho mejor,
pues esa conexión nunca se cae, siempre está disponible, es de altísima velocidad,
se estima ahora que tiene 40 millones de Mbs, y se conecta al Servidor a que
todos estamos conectados, no importa donde se encuentre y de donde todos
provenimos.
La pregunta es ¿Para qué nos sirve? Unos creen que para nada y tienen todo el
derecho de vivir el un mundo que para muchos otros hace años que se fue, pero
en realidad la Medicina tradicional aun no la ha descubierto en cuanto a sus potenciales
y posibilidades ilimitadas y generales, y no saca ventajas más que ventaja
parcial de ellos, pues las Universidades que los preparan están muchas veces obsoletas,
van actualizándose muy lentamente a como va el mundo, y hasta comprometidas con
donaciones, etc. de los fabricantes de medicamentos, y han retrasado la
aplicación de este descubrimiento que apenas lleva 50 o 60 años, pero con ese biointernet,
un médico, como actualmente lo hace un terapeuta, se comunica con el cuerpo
digamos humano, pues no es limitativo, dialoga en lenguaje binario universal, diagnostica
y cura sin el uso de medicamentos o casi sin ellos, y no requiere de nada más,
ni laboratorios, ni del desarrollo impresionante que financiaron los Beatles y
todo lo que de ahí se derivó y se descubrió, que cuando salen nuevos ya están
obsoletos.
Por ahora, aunque cada vez más, pocos le prestan mucha atención
al tsunami que pronto nos llegará. Se
curará sin medicinas, se estandarizará el concepto de que las enfermedades son
reacciones a emociones mentales atrapadas, a los problemas de vivir en un mundo
compartido, formado como cadena de alimentos, donde tenemos que interactuar
cada instante para seguir vivos.
Sto. Domingo,
R.D.* luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com *27/IV/2014