Sin Temor… Ni Favor…
Lluvia Sólida
Luis H. Arthur S.
El agua es
un elemento indispensable también para la agricultura. Para no depender exclusivamente de la lluvia
en ciclos naturales que cada vez se hacen menos predecibles y habilitar
terrenos con poca lluvias, el hombre desde tiempos pasados ha implementado el
canalizar los ríos, hacer presas, lagunas, reservorios, pozos, de modo de
poder mantener a las plantas que nos dan alimento con sus raíces adecuadamente húmedas.
En la agricultura tradicional de pequeños productores, más que
de grandes, que tienen acceso a créditos, tecnologías y equipos, las cosechas
han sido un apostar a la esperanza, y en el azar de la vida, las estadísticas
se han impuesto y el promedio ha sido penosamente desesperanzador. Agricultura de subsistencia a precios de
agiotistas.
Para mediados del siglo pasado, cuando la población comenzó a
aumentar su número drásticamente, la posibilidad de hambruna era cada vez más
amenazante, y vino lo que dio por llamarse la Revolución Verde, donde
agroquímicos y agua lograron una aumento de la producción agrícola impresionante,
junto a la tecnificación del campo.
Hoy estamos nuevamente ante el mismo fantasma, pues el uso
indiscriminado y no bien ponderado de tantos agroquímicos y pesticidas
(agrotóxicos), ha envenenado los suelos, disminuido su producción y contaminado
las cosechas y el medio ambiente, mientras la población crece de una manera
incontrolada. El balance entre la producción
y el consumo actual, mirando al futuro, es nuevamente muy preocupante, además
que el agua dulce se contamina, se acaba y se desperdicia y como ya dije, los ciclos
y estaciones naturales se vuelven inestables y quizás hasta caprichosos con el
llamado cambio climático.
Ante este panorama desolador, han venido a tratar de ayudar con
el problema algunas técnicas, olvidadas unas y nuevas otras. Lógicamente el problema no es solo de
producción agrícola y adecuado uso de terrenos, aguas e insumos, sino también
de salud médica y social. Cada día se
exige más que los productos sean saludables, cuando esto se asocia con la llamada
agricultura orgánica.
En mi artículo pasado hablé de cómo se trata de recuperar y mineralizar
los terrenos aceleradamente del modo como la naturaleza siempre lo ha hecho con
parsimonia y lentitud. Hoy voy a
hablarles del agua.
Los Israelíes han hecho producir al desierto, básicamente
llevándole agua, y como cada día hay menos, para no desperdiciarla crearon el
sistema de Regadío por Goteo, muy efectivo pero también muy costoso de
implementar y de mantener.
Hoy surge una nueva esperanza.
Hace 25 años unos científicos crearon del petróleo una cadena de carbono,
hidrogeno y potasio o sodio muy peculiar pues es capaz de absorber y mantener
por adhesión iónico eléctrica hasta 500
veces su peso de agua pura y hasta 200 a 300 veces si tiene minerales o
insumos disueltos. Una tela digamos de
algodón, no puede soportar más que quizás su propio peso en agua, una esponja
un poquito más, y solo la Chía, ese increíble alimento indígena mexicano ancestral,
unas 12 veces gelificándola.
Pues bien, este producto es capaz de gelificar el agua,
volviéndola una gelatina estable, y lo hace una y otra vez sin prácticamente
disminuir su capacidad.
Con él podemos
acumular, digamos en costales o sacos plásticos, ya gelificada, el agua de
lluvia o la disponible de alguna otra forma para usarla muchas tiempo después
almacenadas a la sombra para que el sol no la evapore y usarla enterrándola
junto a la semilla o el trasplante, donde se desarrollarán las raíces que la irán
chupando, tomando el agua allí gelificada para cuando llueva o se haga un
regadío, volverse a hidratar automáticamente. hasta por 10 años. También puede mezclarse el acrilato con la
tierra en el campo. No es tóxico. Es agua así gelificada no se va a los mantos
freáticos llevándose los minerales y contaminándolos, como pasa con la lluvia
abundantes y con los regadíos. No somete
a las plantas al estrés cíclico de falta de agua, y puede sembrarse al tiempo cuando
a uno le sea conveniente, dándole certidumbre a las cosechas y haciendo que las
mismas estén mejor distribuidas y los precios no se depriman tanto, sin contar
con que la calidad y la producción y productividad aumentan muchas veces, en
algunos predios, hasta 1700 %.
Este producto
se conoce como Poliacrilato de Potasio
o de Sodio. No contaminante, no
soluble. Su mayor uso actual del
acrilato sódico es en pañales desechables, esos que ahora usan los niños y
viejos, no se mojan ni chorrean, y absorben los líquidos sin irritar la
piel. Lo mismo en toallas sanitarias,
tampones, y hasta para gasas sobre heridas.
Un Ing. Químico,
investigador del Politécnico de México, Sergio Jesús Rico, descubrió esta
aplicación, la ha promovido por el mundo desde el 2002, ha ganado premios, reconocimiento
y fama, desde México a la India, y la bautizó y la comercializa como “Lluvia Sólida”.
Para el mundo,
para nuestro país, que aun está ante dos meses más de sequía cuaresmal, donde
las lluvias no llegarán en Mayo como antes, sino que probablemente la anuncian
para Junio, la siembra de frijoles en el valle de San Juan se retrasa, y así de
tantos otros rubros en toda la república. Para Haití sería una bendición, para ellos y
para nosotros.
Esta nueva
revolución agrícola, que da certidumbre
de cosechas, con agua solida que mantienen provisión constante de humedad
en las raíces, y que automáticamente se re-hidrata sola, con la lluvia o regíos,
que puede además contener todos los minerales e insumos disueltos previamente
en ella antes de gelificarla, será una garantía de que este pueblo y el mundo,
puedan volver a tener futuro alimentario.
No solo
asegurará cosechas mejores y más abundantes, sino que puede economizar entre un
50% y un 90% de agua que hoy se desperdicia, disminuyendo costos de regadío,
construcción de presas y sus canales, y liberando agua para consumo humano y
otros usos.
Claro que será
muy combatido, quizás hasta difamado y lo querrán mediatizar, pero con Harina
de roca, Agua Solida y no quemando los desechos en los campos, se recuperan los
terrenos, la salud vegetal, los insectos y la calidad de nuestros alimentos y
nuestra salud. ¡Qué bueno fuera que
oficialmente se implementaran estas técnicas en este país de tantas necesidades
y tantos muertos de hambre y gordos fofos!
Estas técnicas complementarían los esfuerzos económicos que hace
actualmente el gobierno por desarrollar el campo.
Ver fuente: https://www.youtube.com/watch?v=NHX_01Of6dY