Sin Temor… Ni
Favor…
Cepas Madres
Luis H. Arthur S.
“La educación de un niño empieza
100 años antes de que nazca”. Viejo
aforismo que claramente nos dice que el ambiente y costumbres que imperen donde
nace una criatura van a ser parte esencial y definitoria de su educación, su
criterio como ser humano y su sentido común y comportamiento. Se estima que ese es el tiempo que esa
comunidad requería para ir avanzando en criterios, responsabilidad y todo aquello
que hace que la vida en sociedad sea posible y más feliz, pues cada persona conoce
su rol, sabe distinguirlo y cumplirlo respetándose y respetando a los
demás.
Hoy
posiblemente con la mayor educación y mejor comunicación social este tiempo
quizás sea menor, pero es necesario y finito para que ese nuevo ser se pueda
ubicar y vivir adecuadamente dentro de una sociedad organizada.
Este
comportamiento es normal en organizaciones animales. En una colmena de abejas, un hormiguero por
ejemplo, cada uno de sus miembros cumple su rol con extrema rigidez, aprendido
de las generaciones anteriores.
Cuando yo nací
existía un régimen de oprobio, dictadura y de no libertad, del que por varios
lustros no me percaté ni lo sufrí, y hoy agradezco esa parte buena. Estábamos saliendo de una sociedad casi
tribal donde el derecho natural suplía la falta de leyes y orden y digan lo que
digan, fuimos adquiriendo disciplina, responsabilidad y cada uno se adaptaba y
cumplía el papel asignado o escogido y lo cumplía a cabalidad, aparte de
amiguismo y compadrazgo. Teníamos total
seguridad, nadie nos molestaba, raptaba, violaba o molestaba. A la policía la respetábamos y eran nuestra
garantía de niños.
Cuando cada
elemento de una sociedad o de un maquinaria mecánica, eléctrica o electrónica
cumple con su propósito, como lo hacen los órganos del cuerpo, el resultado es
armonioso, lógico, claro y efectivo.
Hoy todos
simulamos. Nuestra conciencia del deber
se ha evaporado tras 50 años de anarquía, demagogia y relajo. Ya solo queda una inmensa ambición y la
conciencia de que la sociedad es para que la exprimas, engañes, maltrates y
esclavices, y la libertad es libertinaje.
Los matones y
el sicariato que empezaron siendo atributo casi exclusivo de las autoridades,
han rebasado todo límite. Ya ni guardias,
policías ni generales son respetados, la vida es el don que nos regala cada día
algún perdona vidas que quiere lo nuestro o al que le dieron unos pesos para
que nos elimine.
La policía y
los cuerpos de seguridad no solo están llenos de ellos, sino que los entrenan y
premian su maldad y eficiencia (aun se busca la “Soga”), y ahora ellos han
comenzado a actuar por su cuenta. Cada
día hay muchos muertos que no se investigan, que los matadores dicen que fue
por intercambio de disparos, y si acaso alguno se investiga son ellos mismos que
se barren desde dentro. El tercer poder
del gobierno, ese que se llama justicia, en la mayoría de los casos no cumple
su papel. Las altas cortes fueron
diseñadas para protección de políticos corruptos. El legislativo menos, está ocupado con sus
barrilitos, frijoles con dulce, regalos para las madres, etc. El gobierno tampoco. Siendo la rama ejecutiva, no se inmuta, ya
está acostumbrado como todos nosotros y marcando el paso en la deformación de
mentes, salvo para proteger y amparar a los que han depredado este país, dando
el ejemplo negativo para todo habitante de esta nación, que sabe que si actúa
según dicen las leyes y la constitución puede convertirse en un problema y
luego de muerto hasta recibir martillazos en su ataúd, para que no lo desentierren
y lo tiren al suelo como vil perro muerto para robarle el féretro.
Ante este
panorama del que solo he dado algunas tristes pinceladas, como vamos a afrontar
el futuro, de donde saldrán la cepa madre para algún día empezar de nuevo por
el camino correcto.
Sto. Domingo,
R.D.* luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com *11/IV/2014