domingo, mayo 25, 2014

RECORDANDO

Sin Temor …  Ni Favor…

Recordando…
 Luis H. Arthur S.
Hoy mi artículo pretende ser un homenaje a Minou y sus Ancestros.  Por su digna renuncia a ese partido de que se ha degradado tanto y ha dañado tanto a la sociedad.  No es de ahora que su familia no cabe en esa alianza para la estafa llamada PLD, hasta que antier ella reivindicara su casta y renunciara, que aunque para mi tardó mucho, pero a mi edad se que las cosas suceden cuando deben suceder, y debe ser felicitada y apoyada.   Gracias Minou por hacer que la esperanza no muera y por asumir nuevos sacrificios enmarcados en esa herencia de honor con la que eres privilegiada.  Te rindo tributo en este día de las Madres y hasta me atrevo a soñarte como madre espiritual de este pobre país, donde tus múltiples servicios entregados, palidecerán ante los que  recién empiezan en pos de ese ideal trunco que espera abonando ese laurel centenario que da sombra y cobijo a los tuyos.
Ante tal acción me permito reproducir estos dos artículos del 30 Abril y 1 de Mayo 2008 de cuando era columnista de El Caribe.



Sin Temor …  Ni Favor…
¿Nunca Más…?
 Luis H. Arthur S.
 Al borde de la carretera se distingue del entorno por cuidada, arbolada, llena de jardines, la casa que la viuda hizo construir, luego de la muerte del esposo y donde se trasladó con sus 4 hijas, buscando no estar tan aislada en tiempos tan difíciles.
En la esquina frontal izquierda de la propiedad se yergue un árbol de laurel centenario, inmenso, majestuoso, de un tronco muy grueso formado por varios otros que en conjunto y hermanados dan testimonio de unión. Este hermoso ejemplar, sin nadie saberlo entonces, estaba destinado a dar sombra al panteón donde hoy descansan veneradas Patria, Minerva, Maria Teresa Mirabal y Manolo Tavares, por siempre premiados y coronados por este laurel que simboliza el triunfo. Símbolo perpetuo de que la naturaleza también les rinde tributo vivo, siempre verde, vibrante y efusivo, a ese altar casi a ras de tierra formando lo que pudiese pensarse un gran trébol de suerte de 4 hojas, que si un día llenó de luto a la sociedad Dominicana, hoy es recordatorio a todos, empezando por los de casa,  de que debemos ser vigilantes para ¡que nunca más!
Seres excepcionales, cuya sangre vertida abonó la libertad, se aúnan con un brazo central y con el otro, como “Flor de los Vientos”, dan testimonio de vidas ofrendadas, para que la ambición, el despotismo, la sumisión, el abyectismo, hayan sido por siempre erradicados.
 A pocos metros de este ofertorio y alineado con el inmenso laurel está la casa de madera donde vivieron.   Típica de nuestros campos, bella y sencilla, con su dormitorios, sus ropas, sus camas, sus pinturas, sus fotos, para que recordemos que ellas fueron mortales, igual que nosotros, que vivieron, soñaron, se casaron y tuvieron ilusiones y familia, y que les aguardaba un camino de valentía y de espina, un calvario que parece ya estaba predestinado como al laurel.
Es penoso ver que los pueblos, para reaccionar tengan que pasar por momentos de tanta tragedia, de tantos sacrificios.
Doña Dedé, la única hermana con otro destino trascendente, amablemente presente en nuestra visita a esta casa-museo junto a su hijo mayor, promesa invernando, nos mostró aquella vivienda de madera, pequeña y llena de amor, donde ellas tres hicieron su metamorfosis de niñas ricas y bellas de la campiña, a mariposas, que un día emprendieron su vuelo inmortal.

Sin Temor …  Ni Favor…
¿Nunca Más 2…?
 Luis H. Arthur S.
Ayer hablaba del ejemplo de sacrificio de las Hermanas Mirabal, del mensaje que su panteón como Flor de los Vientos pienso que irradia a los cuatros puntos cardinales, para que su martirio, su muerte, en pos de la eliminación de un tirano cruel y despiadado ¡nunca más! vuelva a repetirse, que la democracia efectiva impere como medio justo de encontrar solución armónica a todos los problemas a que el devenir nos enfrenta.
Decía que era como un “recordatorio a todos, empezando por los de casa, de que debemos ser vigilantes para que ¡nunca más!”
Al decirlo quería referirme principalmente a los políticos de la familia: a Minou, hija de dos héroes: Manolo y Minerva, Congresista, y a Jaime David, hijo de doña Dedé, en política el mayor aunque el más chico cronológicamente, quien ocupó la Vice-presidencia en el anterior gobierno del PLD, y que fue puesto a invernar aparentemente para siempre, y que siendo Psiquiatra está en mejores condiciones que la mayoría para interpretar conductas, detectar patologías y predecir desenlaces.
Ambos militan altamente en el PLD.  Y quizás por estar tan arriba, tan cerca, tan metidos, no tienen la perspectiva del que alejado mira y compara, y cree ver deseos marcados de similitudes de ese partido y su líder con el Partido Dominicano y el suyo, a quien se debe la tragedia familiar y la orfandad física, reemplazada por un ideal de vigilancia perpetua y de compromiso.
Leonel internamente acaba con todo opositor. Destruye al que lo adversa y no puede comprar, hace de esa institución no un organismo de esperanza y promoción, sino de sumisión y loas a un predestinado que castra a todos y modifica su esencia.
Que acaba con otros partidos, comprando a sus miembros señeros, minimizándolos, destruyéndoles, para no tener oposición. Hoy lo hace con dinero.
Conculca con ese actuar la democracia, y hace descaradamente lo que quiere, sin miramientos a Constitución, leyes, ética, moral o buen gobierno.
Son presagios tenebrosos de lo que ya vivimos varias veces.   Origen de ese triste  panteón, de mártires coronados con laurel, que envía su mensaje de esperanza, y nos exhorta a no permitir nunca más el culto a la personalidad, el tiranismo, la conculcación de la libertad y el creer en predestinados.