martes, agosto 21, 2007

DISINTIENDO I

DISINTIENDO I

Por: Luis H. Arthur S. www.luis.arthur.net www.luisharthur.blogspot .com 20 Agosto 2007

Nadie es dueño de la verdad absoluta y en asuntos energéticos, mucho más concretos que otras disciplinas, es quizás relativamente más fácil seguir patrones y tendencias de crecimiento y desarrollo en un país, concientes de que los insumos tienen costos variables crecientes.

En su artículo del sabado en el “Hoy” el Padre José Luis Alemán hace un análisis del sector. Me voy a permitir con su venia, hacer algunos comentarios.

Lo primero que quisiera es ratificar lo que he dicho en estos días, repitiendo como eco lo mil veces dicho por tantos: Los combustibles fósiles se están agotando. Ya hemos consumido más de la mitad de nuestras reservas. Lo hemos usado con una eficiencia que muchos dicen quizás exageradamente pero no muy despistados, es de sólo 5% global, dañando de paso la atmósfera que respiramos y nos da vida, y agravándolo con la tumba de bosques, fábricas naturales del procesamiento del CO2, usando la desdeñada energía solar en su proceso de fotosíntesis.

Visto así, la prioridad principal y urgente es planificar nuestro hoy en función del mañana

Todo combustible contamina. Unos más, otros menos, pero todos mucho. Excepto hidrógeno.

Nuestras carencias eléctricas actuales vienen no de falta de planificación del sector, sino de incumplimiento político de lo planeado, y mientras tengamos políticos brutos, deshonestos y de pipiripao, que no vean más allá del hoy y a sus carteras, seguiremos avanzando en la dirección que otros nos marquen.

Si el futuro de la humanidad se torna incierto, el nuestro lo es más. Quedan cerca de dos o tres siglos de carburantes, y no es verdad que nosotros vamos a ser de los privilegiados cuando llegue el corre corre de combustibles escasos y caros.

Podrán encontrarse nuevos pozos, cada vez menos y con igual vocación de agotarse.

El Carbón, con todo y lo contamínate, luce ser el último en acabarse. Habrá que limpiarlo.

Concuerdo con que nuestro parque energético es malo, caro, deficiente e incapaz para el futuro, aun con largísimos apagones.

El viento suple energía estadística (la llamo loca), no continua y por tanto no dependiente, y por su variabilidad sólo puede inyectarse un 10% o 15% a un buen sistema eléctrico; el nuestro con plantitas pequeñas y no reguladas automáticamente colapsaría de inmediato.

luis@arthur.net