Sin Temor… Ni Favor…
Partida Imprevista
Luis H. Arthur S.
Mi primo hermano querido Rolando Antonio Pappaterra Arthur de 78 años acaba de morir. Se vió entre médicos y hubo la necesidad de operarlo el domingo 28 de diciembre pasado. El era médico de los buenos. Hizo sus pininos en el Morgan y demás Hospitales Públicos allá por el 1945, con profesores brillantes que murieron pobres. De clara vocación y espíritu demasiado inquieto y aventurero, nunca tuvo vocación mercantil.
Quizás como a todos le llegó su hora, y antes de partir tuvo grandes sufrimientos y dolores para su purificación. Él, que a tantos ayudó. Que era un clínico de clara visión. Le bastaba verte, hacerte unas preguntas o contestar una llamada telefónica para darte un diagnosticarte preciso. Fue Gineco-Obstetra y cirujano general brillante, y aun cuando tuvo clínica propia siempre trabajó para alguna institución. Fue cirujano del Instituto del Cáncer, Jefe Médico de la Defensa Civil, jefe gineco-obstetra en la Maternidad y el Hospital Rodolfo de la Cruz Lora. Jubilado hace pocos años vivía de su exigua pensión. Había dejado la ginecología y se hizo acupunturista. Tenía una salud de hierro y deportes arriesgados de submarinista, paracaidista, montañista.
Me decía que el no entendía a los médicos que recetaban múltiples medicamentos a la vez. El recetaba el preciso, y si tenía que cambiarlo descontinuaba el anterior.
Les tenía fobia a los médicos. Hace unas 4 décadas tuvo apendicitis y cuando ya era casi peritonitis escogió los médicos que lo intervendrían.
El día antes de su operación, ante mis burlas de por qué le tenía tanto miedo a los doctores, me dijo “¡Ay, Luis, si tú supieras las cosas que pasan en los Hospitales!” y me contó algunas anécdotas que quizás un día relate. Yo traté de infundirle valor pero todo se complicó. Puntos zafados, peritonitis, sepsis. Quizás era el camino que tendría que recorrer. Tal vez imprevisión. No sé, pues aunque pregunto, los médicos crearon un anillo de silencio. Cinco operaciones de limpieza. Demasiado.
7 hijas, nietos, esposas, hermanos, primos, amigos y tanta gente amiga han vivido estos 22 días pendientes de un hilo, al igual que su vida que en la madrugada de ayer 19 se escapó.
El momento llegó. Que descanse en paz y Dios lo acoja con amor.
S. Domingo, R. D. * luis@arthur.net * http://www.luis.arthur.net/ * http://www.luisharthur.blogspot.com/ * 19\I\2009
