Sin Temor… Ni Favor…
Realidades eléctricas I
Luis H. Arthur S.
Todo empresario que invierte su dinero y el de otros, más los prestamos que toma en bancos, con el pago de intereses y plazos de amortización, tiene que poder vender su producto y cobrarlo en tiempo correcto, de lo contrario entra en espiral de quiebra, y tiene que salirse del negocio. Puede depurar y eliminar a los clientes mala pagas, para que su operación le rinda flujo de caja, cubrir costos y tener beneficios.
En el caso de los Generadores privados del Sistema Eléctrico Nacional Interconectado (SENI), se han encontrado con las distorsiones e incumplimientos de las leyes de Capitalización y sus contratos, y el hecho que tiene un solo cliente, mala paga y poderoso: el Estado Dominicano, que a través de un gobierno deficiente, no les paga.
Como es lógico, si uno no tiene control económico de su negocio, y no sabe cuándo va a cobrar el producto entregado, aunque hasta ahora si hayan cobrado con dilaciones a veces de años y en pagos parciales, no tiene incentivo para seguir invirtiendo y mejorar equipos, y buscan quien les compre y salirse del “gancho” en que cayeron.
Este es el panorama eléctrico nacional. El Estado paseé 83.5% de las Distribuidoras que le no pagan a los Generadores completo y el famoso subsidio estatal no llega a tiempo. Las deudas se acumulan, el flujo de caja falla, no se puede comprar combustible, las plantas se apagan por falta de éste, y vienen los ya consuetudinarios apagones financieros, sin contar con las triquiñuelas de una Superintendencia sometida, que beneficia a unos en perjuicio de otros y no vela por el menor costo y la eficiencia para la población.
¿Quién en su sano juicio quiere seguir produciendo bajo este esquema y menos hacer cuantiosas y inversiones de mediano y largo plazos para mejorar y mantener sus equipos en buenas condiciones y aumentar su oferta con nuevos plantas más eficientes?
Como no les es fácil, ni rentable llevarse sus plantas, que por este jueguito pernicioso han devenido en improductivas, buscan desesperadamente otros mercados locales más seguros y rentables a nuestros altos costes de venta, donde pueda trabajar más armónicamente con las leyes del comercio, y parece que algunos ya lo han encontrado.
Mientras, el gobierno sin dinero acumula deudas y busca atraer nuevos incautos.
S. Domingo, R. D. * luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com * 15\II\2009
