CAOS INSTITUCIONALIZADO
Por: Luis H. Arthur S. www.luis.arthur.net www.luisharthur.blogspot.com 5 Enero 2007
¿Cómo es posible que aquí en México una copia de acta de nacimiento, matrimonio, divorcio etc. se obtenga en 3 minutos a un costo de RD$87 y que una declaración de nacimiento se haga en menos de una hora?
En Puerto Plata, la oficialía civil del pueblo estaba en manos honorables. En cualquier momento llegaban inspectores, igual que a las escuelas, para supervisar labores. Los libros se cuidaban y se conservaban.
Siendo directivo del Instituto Dominicano de Genealogía y el Dr. César Estrella Sadhala de la JCE, y con la ayuda de muchos de nuestros compañeros, se nos permitió organizar el caos existente con los libros de actas de la Junta Central del Distrito que guarda las copias de los libros que Trujillo ordenó a partir del 1945, de modo de preservar la información aun en casos de mal trato, incendio, inundación o terremoto que destruyera los de algún pueblo. Encuadernamos y catalogamos todos los libros de nacimiento, matrimonios, divorcios, muertes. Le hicimos estantes metálicos de varios pisos para ordenarlos, se adecuó, pintó y fumigó el local, se le cambiaron y distribuyeron las lámparas y se organizo todo aquello. Se hizo un libro de memoria del trabajo y gastos.
La JCE cubrió la mayoría del dinero. Oteica CxA cubrió la electrificación y Pinturas Dominicanas, CxA regaló la pintura y nosotros el trabajo.
Tardamos casi un año en organizar ese desorden institucionalizado. Rescatamos 440 rollos de microfichas que los Mormones habían filmado de registros civiles encontrados, hasta el 1928 y en algunos casos 1930, lo cual es el acervo documental genealógico más importante del pasado, que gracias a los Mormones se tiene resguardado. Los rollos se los dejamos en la JCE, con la idea que se iba a hacer un Centro de Documentación y Consulta. Entiendo que a la salida de esa Junta seria y responsable, se perdieron todos. Los mormones también filmaron en el Archivo General de la Nación y los archivos eclesiásticos del mismo período. Entregaron las cintas correspondientes al Arzobispado, unos 400 rollos, que no han podido ser encontrados, aun con el buen pro del Sr. Cardenal. Monseñor Rafael Bello Peguero recuerda haberlos custodiado y dejado en sus cajas originales sin abrir cuando dejó la Cancillería del Arzobispado.
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