CORREO (4)
Por Luis H. Arthur S. www.luis.arthur.net www.luisharthur.blogspot.com 10 Enero 2007
Desde Ciudad México:
“jejejejeje, no me hagan sonreir que tengo el labio partido. Aquí cuestan esas cosas, pero ya las actas de matrimonio, defunción y nacimientos se pueden sacar por Internet, y en unas maquinas, como las expendedoras de cigarrillos, siempre y cuando los originales ya estén depositados y autenticados por las oficinas principales del documento, llámese Dirección General del Registro Civil o Relaciones Exteriores, sólo hay que pagarlas con formulario especial de Haciendas en los bancos, y así se evitan que se roben el dinero en las oficinitas provinciales, además las matriculas vehiculares y las licencias de manejo se pueden pagar hasta en los supermercados, y sólo dar el numero del recibo de pago por Internet o teléfonos y el documento llega a la casa. No hay voluntad de servicio comunitario”.
De Virginia, EE.UU.:
“Don Luis: Como diría Alberto Cortez: "Que verdad tan verdadera" Muy acertado su comentario en el periódico digital de Livio.com, donde describe con total exactitud el vía crucis que pasamos los que en algún momento de la vida necesitamos un acta de nacimiento de la oficialía de estado civil. Vivo de este lado de la gran laguna salada y no sabe la rabia, cuerda y encojo… que cojo cada vez que tengo que ir a esas oficinas de mi pueblo Barahona en busca de tan ansiado y necesario documento, por que como usted dice ya ha expirado o por que después de haber sobado al encargado para que me lo tramitara de la manera mas rápida posible, tengo entonces que enviar o ir a la capital a coger otra lucha para legalizarlo, gastando en ese trajín, tiempo, energías y dinero que era dizque para las vacaciones.
Soy un soldado de este país (USA) y cuando regresé de la guerra me fui a botar el stress y la tensión en las playas y ríos de mi querido pueblo, me creerá usted que allá sentí más temor por mi vida que cuando estuve privando en Rambo tirando más tiros que él, en todas sus películas juntas? La gente vive en un estado de tensión y nervio increíble, los delincuentes tienen el pueblo aterrorizado, ellos son los verdaderos Talibanes y yo buscándolos del otro lado del mundo, que mier…!
Mañana continúa este correo.
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