ALCOHOLÍMETROS I
Por: Luis H. Arthur S. http://www.luis.arthur.net/ http://www.luisharthur.blogspot.com/ 12 Febrero 2007
El alcohol es una droga legal. Un compuesto que puede tomarse, que intoxica, consume el azúcar de la sangre. Al cerebro recibir menos alimento, con cada nuevo trago que aumenta el nivel alcohólico en la sangre, comienza uno a marear, a desinhibirse como dicen, hasta llegar ser un guiñapo, si persiste en la ingestión.
Dicen los que saben que aunque parezca lo contrario, y uno se sienta como superman, la realidad es que el alcohol deprime. De cualquier manera, a tantos le gusta tomar, que se ha convertido en un vicio y una ingestión casi obligada en fiestas, reuniones, visitas, días de campo, excursiones y playa. Unos creen que quita el frío, pero los expertos dicen que eso no es cierto y lo que pasa es que uno deja de sentirlo por perdida de sensibilidad.
Como el alcohol nubla el sentido y el razonamiento, aunque los adictos digan lo contrario, cualquier arma en sus manos puede convertirse en letal. Una de las más letales es el vehiculo de motor. Nos creemos Fangio y perdemos la prudencia y las limitaciones que el tráfico, las leyes y la mecánica de los vehículos imponen, y suceden accidentes sumamente lamentables, que cercenan vidas útiles e inocentes. Los propios causantes de accidentes, cuando recobran el juicio son los primeros en lamentarlos y avergonzarse. Pero el pasado no retorna y las vidas idas o lisiadas son mudo testigo de la irresponsabilidad de conductores y autoridades.
La actual puesta en vigencia de un control, no de beber pues cada cual puede suicidarse como le de la gana sin poner en peligros a otros, es buena y merece todo nuestro respaldo.
En estos tiempos pasados de navidad y fiestas, fui testigo en México de cantidad de accidentes, muertes y personas para siempre condenadas a una cama, a una silla de ruedas, que no me mortificaba en lo absoluto cuando en las vías importantes, principalmente los fines de semana, habían retenes donde si tenias aliento alcohólico o hablabas tartajoso, te hacían soplar el famoso medidor de alcohol en el aliento que se relaciona con el que existe en la sangre. Si el nivel era de 150 unidades o más, quedabas detenido, y retienen el vehiculo si ninguno de los acompañantes está en buenas condiciones que se lo lleve. Tampoco lo desmantelan…
“Si vas a manejar no bebas, si vas a beber, no manejes”
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