Sin Temor… Ni Favor…
Gracias Senador
Luis H. Arthur S.
El Senador Dr. Francisco J. Domínguez Brito, como respuesta a mi escrito sobre su lamentable accidente en la otrora autopista Duarte, por medio se la Srta. Thelma Alvarez Acevedo, me hace llegar amablemente el “plan de trabajo de la Oficina Senatorial de Santiago en lo que corresponde al programa de fondo social del Senado de la República” y una carta personal muy amable. Agradezco mucho ambos documentos, pues muestran la inquietud de una persona que de alguna manera transparenta su actuar y reconoce que tenemos muchas debilidades que superar. Su labor es admirable.
Sé que el mundo no se hizo en un día, y que hay que tratar, con la responsabilidad que él nos habla, de cada día tratar de mejorarlo más. A veces haciendo uso de instrumentos ilegales como es el barrilito, quizás tratando que un mal haga bien real.
Hemos cambiado, no lo dudo, y como yo quizás le doblo la edad, tengo vivencias más antiguas y he visto como saliendo de un gran mal, hemos ido en declive constante, recibiendo desgraciadamente malos ejemplos de las autoridades, por acción u omisión, de quienes deberían ser las rectoras morales, éticas, políticas y económicas de la nación. Nuestro actual Presidente, por su juventud, conocimientos y vivencias de otras culturas, era, parodiando a su compueblano Expedi Pou: “promesa fecunda” ó “brillante porvenir para la Patria nueva”, tal y como lo exhortó su otro compueblano Dr. César Estrella Sahadalá cuando como Presidente que aquella Junta Central de antología, al entregarle el Certificado que lo acreditaba como Presidente Electo en 1996, le dijo: “En sus manos está ser el mejor Presidente que este país haya tenido”. Hemos visto como esos meritos se han encaminado por caminos torcidos y errados.
Él como Senador bien intencionado tiene también la oportunidad de no transitar por esos caminos y posicionarse en el mercado político de una manera distinta. Lo felicito por su trasparencia y desinterés en el uso de recursos del erario, recibido ilegalmente por todo legislador de viejo, por usarlo para hacer tanto bien, aunque este uso se acredite a su promoción personal en acciones que no son parte de sus responsabilidades, pues la suya, aunque menos lucida es más trascendente: Legislar y mantenerse vigilante como un poder independiente del Estado.
S. Domingo, R. D. * luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com * 27\VI\2008