martes, junio 17, 2008

MÁS QUE EL APÓSTOL MATEO

Sin Temor… Ni Favor…

Más que el Apóstol Mateo


Luis H. Arthur S.

Hay articulistas de todos los calibres. Buenos, mediocres y malos. Honestos, y vendidos. Unos extremistas hacia un lado, otros hacia el otro. La mayoría más cerca del centro en dispersión normal.
Cuando escribo, algunos dicen que mis artículos lucen caminar lindando la frontera con la difamación y que debo estar muy claro en cuanto a no traspasar ese fino filo de navaja para no verme en problemas, al describir las lacras, colas y malas actuaciones de los políticos.
Otros escriben hacia el otro extremo, y traspasan con toda tranquilidad el equivalente simétrico de difamar, que es afamar, y se introducen sin rubor ni consecuencias en terrenos que también deberían estar vedados, so pena de ser demandados. Parece que la honra de las personas sólo sufre daño y queda afectada cuando el libelo es en una dirección y no en la otra. Los directores de periódicos, que son tan celosos con los unos, son bien permisivos con los otros.
Por ejemplo, el 10 de los corrientes en El Caribe salió un articulo bajo la firma del Sr. Germán Pérez, que creo cruza ese fino filo de la navaja cuando llama a Sr. Presidente ““Mensajero de Dios” por los aportes y sacrificios hechos a favor de su país, y también en beneficio de buena parte de la humanidad, como lo confirman sus sugerencias de paz, amor solidaridad, mejor alimentación y asistencia económica para los más pobres del mundo”.
El Sr. Pérez quizás no estaba advertido del suero para puercos con que la Secretaría de Educación alimenta y levanta el desarrollo del cuerpo y la mente de los estudiantes pobres, y que el gobierno de los pobres con una leche “Campesina” que se vende barata pero que no es leche tampoco, sino suero para puercos, saborizado y endulzado, en un pingüe negocio entre políticos y empresarios.
Ya un funcionario emotivamente le había nombrado “el Redentor de Sur”, Redentor, palabra que sólo se usa asociada con Jesús.
Hay que pensar cuál de los dos extremos hace más daño a la sociedad: el recordatorio de lacras y mañas o el endiosamiento de seres tan imperfectos. Si personas que se creen bien intencionadas, siguen creando culto a la personalidad y afamando indebidamente. Pronto diremos: “Leonel en la tierra y en el cielo Dios”. ¿Que viva el Jefe?
S. Domingo, R. D. * luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com * 16\VI\2008