jueves, noviembre 23, 2006

CONEP

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Por: Luis H. Arthur S. www.luis.arthur.netww.luisharthur.blogspot.com 22 Noviembre 2006

La Constitución de la república prevé que ningún dominicano con doble nacionalidad, pueda llegar a la presidencia.

Esta medida luce correcta pues ante confrontación de cualquier orden esa persona tendría dos intereses, dos amos, y se le dificultaría su actuar, amen de que siempre su decisión sería cuestionable y cuestionada.

Esto viene a cuenta porque he leído recientemente en la prensa que el “Consejo de la Empresa Privada” va a elegir nuevo Presidente. Actualmente la ocupa una señora con “pantalones”, aunque es una dama bella y rica.

Desde hace algunos años, las mujeres vienen dirigiendo asociaciones y enseñándonos a los hombres y a todos lo que es valor y carácter.

La prensa identifica al elegido o mejor dicho, el único candidato de consenso. Es una persona seria, capaz, fogueado en las lides de asociaciones empresariales, de donde recién salió con el prestigio necesario para que ahora lo busquen como el mejor candidato.

El escogido podría hacer una labor tan buena o mejor que sus predecesores, pero podría tener problemas con su actual trabajo, pues está dirigiendo un proyecto de remodelación urbanística muy grande, importante y multimillonario en el que interviene capital criollo y extranjero. Este proyecto necesariamente tiene que tener el apoyo constante del gobierno de turno. Sus relaciones no pueden agriarse, sufrir quebrantos ni problemas.

Si renunciara, sería el idóneo, pero si no lo hace, se encontraría con que no puede defender a los empresarios con toda la energía necesaria, como lo está haciendo la titular actual en estos momentos cruciales y los peores que vienen o se metería en problemas con los inversionistas del proyecto.

Ningún inversionista quiere tener inconvenientes, ni retrasos y menos pérdidas, sino más bien obtener otros proyectos, como podría ser la Isla de la Fantasía en el mismo vecindario, lo que le traería nuevas tensiones.

Dicen que el presidente que habla bonito dijo que la isla no iba aunque estuviera aprobada porque nada podía funcionar bien sin el pro del gobierno.

Y éste podría apretar por aquí para torcer el brazo por allá. Malo para todos.

La Biblia dice que no se puede servir a dos amos a la vez. Pienso que debe escoger.

Luis@Arthur.net