SUEÑO ILUSORIO
Por: Luis H. Arthur S. www.luis.arthur.net www.luisharthur.blogspot.com 27 Noviembre 2006
Al abrir “El Caribe” del sábado 25, vi el siguiente titular: “GOBIERNO REPRENDE A EMBAJADOR HANS HERTELL”. Me limpié los ojos creyendo que aun dormía. Creí que ante tantas intromisiones y la actuación ya consuetudinaria de procónsul, nuestra Cancillería había elevado una protesta formal ante el Departamento de Estado.
Con la velocidad con que el pensamiento viaja, me admiré de que por fin se tuviera el valor y la dignidad de ser al menos niños respondones, aunque nos dieran un cocotazo.
Supuse que igual que en el reciente caso con las declaraciones de la Embajadora de España, íbamos a recordarles por los medios idóneos, que somos una nación libre, soberana e independiente. Creé un pedestal de olvido de tantas afrentas toleradas en el orden diplomático y de soberanía.
Cuando me adentré en el texto del artículo, que decepción. Recordé el refrán de “Puerco no se rasca en jabilla”.
La verdad que mi entusiasmo no podía tener base. Hay tropas de EE.UU. en nuestro país. Ha habido campamentos y vuelos de helicópteros sobre nuestra frontera. Barcos de guerra y guardacostas se mueven en nuestras aguas territoriales; cada vez que hay un negocio, en Señor Embajador va directo a Presidente, talvez sin guardar el protocolo, a presionar una solución satisfactoria a los otros, como en el actual caso de Verizon una empresa Canadiense según entiendo.
Vivimos en un cuasi estatus de “Estado Libre Asociado” como Puerto Rico, pero sin costarles nada, sin apoyo Federal, con requisito de visa que ellos no necesitan. Si alguien se les ocurriera hacer una encuesta nacional sobre si quitarnos la máscara de lo que aparentamos ser, de seguro que cerca del 80% votarían por no tener que tomar una yola, ni ser victimas de los tiburones de arriba tan voraces como los de abajo, para poder irse “de la tierra que más amó Colón” a mantenernos viables con remesas de divisas. Parten de esta tierra tan bella, tan mal administrada, tan saqueada, donde cada gobierno no piensa en gobernar, sino en reelegirse y enriquecerse. Salir de sus barrios pobres a residencias de ensueño en los mejores sitios ya ricos en no más de 4 años.
La alegría de mi despertar de hoy, se ha tornado en la misma desesperanza de siempre. Pero, ¡quien no sueña no vive!
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