jueves, julio 31, 2008

AZOTEA VACÍA

Sin Temor… Ni Favor…

Azotea Vacía

Luis H. Arthur S.

En verdad que en este país hay gente que está viva para ocupar un espacio y peor aún, para dar malos ejemplos.
Cuando un descerebrado no se conforma con su calidad de tal y pretende además incitar a otros a que renuncien a lo único que los hace aventajados y diferentes de los demás animales, es para pensarse. Claro, peores son que pudieran seguirle, más si entre ellos, como en el proponente, pudiese haber además de deficiencia, mucho de malicia, abyección y lambisconismo, con el objeto de ya que con su talento y trabajo no pueden prosperar, simular ser imbéciles, como muchos que piden en las tantas esquinas de la ciudad, impedidos aparentemente de trabajar, pero entregando una jornada de pie, entre autos que se mueven, al sol, lluvia y sereno, con una resistencia que tantos envidamos.
Nuevamente surge uno de estos seres “deslumbrado” que plantea un movimiento llamado “lo que diga Leonel”, emulo confeso de aquel que prosperó con “lo que diga Balaguer”.
En este mundo de Dios de todo aparece y el mismo que hace poco genuflexo “glorificó y santificó” a Leonel, ahora sumiso, le rinde pleitesía y con sus pocas neuronas sin capacidad de pensar, tener ideas y concretar hechos, prefiere ser esclavo intelectual y vivencial de quien tiene mucha malicia, demasiado desdén hacia el pueblo y pocas enlaces entre el “decir y el hacer”.
Algunos dirán que es válido el “buscársela” aun rindiendo la dignidad, pero yo creo que no, que quien tal hace pierde hasta la categoría de ser humano, aunque su apariencia sea como el de las personas, pero son maniquíes, sólo copias que no tienen la característica fundamental que distingue al hombre racional.
Desgraciadamente en este mundo hay tantos genes equivocados, tantas enfermedades degenerativas de la función cerebral, que caras vemos, pero cerebros no conocemos hasta que abren la boca o escriben en algún periódico.
Para esta predica dañina, que busca degradar como seres pensantes, a subrogar ante un demagogo, como seres inferiores, para esto no hay leyes ni censura, ni limitación alguna.
Así que tendremos que seguir mirando estos hechos increíbles e irlos sorteando como las espinas y los agujeros de quien alguna vez se aventuró a caminar en el Valle del Río Bao.
S. Domingo, R. D. * luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com * 30\VII\2008