Sin Temor… Ni Favor…
Consecuencias
Luis H. Arthur S.
Las consecuencias de vivir en este país de chulería, donde casi el 75% de los supuestos agentes del orden sirven en otras actividades distintas a cuidar y salvaguardar a la población, es que el pueblo, ante la desesperación, está desbordando las leyes, no teniendo credibilidad en esa institución, donde además a diario agarran a uno y más en actividades ilícitas y dirigiendo bandas, tanto oficiales como agentes, que han llegado a empezar a hacerse justicia por su propia mano linchando a quienes agarran. Están empleando también tácticas irracionales, que si un haitiano cometió un delito, atacan a todos los de esa nacionalidad que llega a vivir o pasar por el sitio. Cuando alguien, por ejemplo, roba, viola o mata, va una turba enardecida y les quema las viviendas a sus parientes, quienes sin deberla ni temerla, se encuentran de repente huyendo por sus vidas y perdiendo todo.
El gobierno, con su irresponsabilidad, está despertando los instintos más bajos de la población sin que sea capaz en su hablar bonito, de tomar acciones contundentes y precisas para poner orden. Hay que defenderse solo.
La misma policía se ha ocupado de dar malos ejemplos, como cuando busca a algún supuesto o real delincuente, secuestra a sus padres, abuelos, hermanos, para obligar a que dicho señor se entregue, en actos contra toda ley, los derechos humanos, y que el gobierno y la justicia apañan al no ponerles coto.
Todo aquel que cae en las redes de esa institución mafiosa, es con “cuartos” que resuelve, no importa si es culpable o no, ni si es una pobre familia de demasiado escasos recursos. Decía el fiscal que habían puesto unos letreros en cada cuartel, para que todo detenido conozca sus derechos, pero esos derechos son vulnerados por la fuerza y la brutalidad policial, que en cada detenido, aun en redadas indiscriminadas, sólo ve a un cliente. Quizás piensen que para que el dinero se lo lleven los fiscales, abogados, buscones, que lo soltarán casi antes de llegar al juez, mejor ellos se aquedan con su parte. Total que mientras los jerarcas del país, esos que llegaron con divisas de “liberación”, se la pasan aumentándose los sueldos y canonjías, violando las leyes, comprando reelecciones, disfrutando del poder y “liberándose” ellos de la pobreza, no hay esperanzas y todo irá peor. ¡E´pa´lante que vamos!
S. Domingo, R. D. * luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com * 9\VII\2008
