Sin Temor… Ni Favor…
Prudencia
Luis H. Arthur S.
Era buena práctica de las madres dominicanas ser muy prudentes con el gasto, y siempre tener guardado algunas monedas para tiempos de urgencias, aun cuando el dinero recibido de su marido fuera poco. Todo el mundo se admiraba de esta capacidad innata de administrar, pero luego han venido las ciencias económicas a trastornar, con discursos que si hay que agotar el crédito, que si aprovechar el costo de oportunidad, viaje ahora y pague después y tantas otras propagandas, que el mundo se ha vuelto un sitio de poca prudencia, donde todo nos merecemos todo, sin que esa categoría haya sido consecuencia de evaluaciones, de análisis, examen exhaustivo o trabajo rendido.
Ahora muchos tienen diversas tarjetas de créditos que son préstamos bancarios instantáneos, y con ellas, podemos disfrutar hoy de lo que aun no nos hemos ganado.
Ante esa facilidad muchos se endeudan mucho más allá de sus posibilidades y aunque jueguen con el sueldo y las diversas tarjetas, sacando de una para pagar otras, los intereses muy altos que quizás compensan la facilidad del crédito, lo van hundiendo, hasta que un día son insolventes y viene la debacle.
Entonces llega la cancelación de tarjetas, las llamadas de abogados, el ser boletando en el Bureau de Crédito y caer en desgracia económica, como un sidoso comercial, que necesita dinero, tiempo y disciplina para poder limpiar su crédito, el cual nunca será como antes.
Los países son iguales que las personas, y dicen que Balaguer manejaba el gobierno y sus múltiples obras como una ama de casa, gastando a lo más lo que ingresaba, para lo que a diario los recaudadores tenían que rendirle cuenta de los ingresos, para él ajustar sus gastos.
Esta práctica murió con él y al igual que las personas, ahora el gobierno se endeuda agarrando todo lo que le dan, sea de regalo, limosna o préstamos. Ha dejado de ser prudente y no escatima en eliminar gastos superfluos, encogerse, concentrarse en los esenciales, hasta mejores tiempos. Llegará el momento en que ese dinero será requerido. Cuando el gobierno (quizás otro), no pueda pagarlo, vendrán los abogados internacionales, seremos boletinados e ingresaremos a ese club de malas pagas. Viendo esto, nada hacemos para exigir prudencia. ¡Perderemos más soberanía!
S. Domingo, R. D. * luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com * 16\VII\2008