Sin Temor… Ni Favor…
Me enamoré de ella…
Luis H. Arthur S.
Vi sus varias fotos que me fueron enviadas y me gustó.
La encontré bonita y lucía bien muy bien. No era joven, pero yo soy un viejo sin oficio ni salarios, que me tengo que conformar con sólo mirar el lindo menú que día tras día desfila ante mis cansados ojos.
Me comuniqué, entablamos dialogo, vi posibilidades y ya en contacto personal, pude verla de cerca. Me permitió tocarla y luego probarla e ilusionarme.
Era lo que buscaba, lucía bastante nítida aunque un poco abandonada, lo que me desagradó. Nada que no se resuelva con un buen acicalamiento.
Aun los viejos se enamoran a su manera, pero para mí existen muchas limitaciones, pues no siendo político ni estando en el tren de oro gubernamental, y ante esta crisis y expectativa de devaluación como les ha pasado a todos los países grandes desde México hasta Rusia, aunque estemos “blindados” según las palabras siempre bonitas y sólo eso de nuestro Presidente, tengo que ser previsor y bien administrar lo poquito que tengo para comer. Por eso estuve pensando en nueva boca muy demandante con cartera vacía y calculé que yo tenía en verdad mi problema resuelto desde hace años cuando la que tengo la estrené, aunque ya se puso bastante más vieja de lo deseado, y la mucha edad es sinónimo de problemas, de gasto de dinero, mucho dinero para mantenerla confiable y feliz.
Admito que es un deseo sin sentido, fuera de toda lógica, sobre todo ahora cuando la uso cada vez menos, pues la naturaleza y la edad me imponen sedentarismo, aunque aun tenga mi corazoncito.
Me costó mucho trabajo abandonar la idea aconsejado por algunos amigos, así que llamé a Cristina y le dije que siempre no. Que me iba a ser imposible quedarme con ella y dejar a mi vieja, aunque ese fuera mi deseo. Así acabó el enamoramiento de un viejo que “arrancado” tiene que serle fiel a su vieja que se porta tan bien.
A Cristina no le importó mucho. Entiendo que sigue tratando de conquistar a alguien, pero yo no tengo los US$15 mil para comprarle esa jeepeta Isuzu diesel 2002, dorada, asientos en piel y 93,000 Km, y voy a seguir con la mía del 1999. Le recomendé que le diera una buena lavada al motor y chasis con desgrasante y jabón Sunami y la engrasara bien, para que luciera bonita por todas partes.
S. Domingo, R. D. * luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com * 21\XI\2008
