Sin Temor… Ni Favor…
Porte de Armas
Luis H. Arthur S.
Las personas a veces cometemos el pecado de desnudar nuestra verdadera alma y en vez de avergonzarnos con lo que vemos, lo celebramos como un logro y hacemos gala de ello.
El Secretario de Interior y Policía en televisión contó que fue a ver al Jefe de la Policía, a la sazón el General Pérez Sánchez, y cruzó caminado la calle, llegó al ascensor privado del General y fue detenido por la custodia que no le permitió usarlo y le dijo que no lo conocía, craso error de este simple policía raso. Se le identificó, pero él le dijo que eran sus órdenes de no dejar subir por ahí a nadie y le pidió que fuera con el oficial. Ensoberbecido como buen Peledeísta porque un simple raso lo había “ninguneado”, se retiró enfogonado a su oficina, buscó toda su escolta, motocicletas, vehículos y guardaespaldas, un mini ejército, y sirena abierta llegó al mismo sitio de antes, tomó el ascensor con aire triunfal, mostrándole a un simple raso azorado quien era el “Jefe”.
No dijo si lo hizo cancelar o disciplinar con arresto por su frescura. Seguro que algo hizo.
Ese en nuestro Franklin Almeida, un pobre ser aturdido por un poder que le queda grande, sin la temperancia que debía ser cualidad del titular de una cartera tan importante.
Ante la fiesta de entrega de armas y permisos, a todo el mundo y a todo compañerito, ante su incapacidad de controlar la delincuencia, que día a día gana la batalla, no a él que cuenta con una escolta tan crecida que hasta los pone a que le barran la calzada del frente de su casa. Que se siente seguro ante la delincuencia rastrera que nos arropa, y como ha demostrado, no puede resolver ni los problemas de delincuencia, ni migratorios, ni las denuncias de Wilton, invalida los permisos de porte de armas, por los que cobró, sin dar recibo completo. Al leer la resolución, que trata de invalidar una ley (¿?), pensé iba a encontrar un considerando donde su cartera y los organismos que maneja, se iban a responsabilizar por la tranquilidad y seguridad ciudadanas asumiendo sus obligaciones. Craso error. Al desarmar de porte a los legales, los delincuentes se servirán tranquilos y confiados. Buen trabajo.
También decreta que se puede beber en Diciembre todo lo que se quiera, pero en bares donde una Presidente cuesta $250, no en colmadones de a $100 donde el pobre puede.
S. Domingo, R. D. * luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com * 28\XI\2008