Sin Temor… Ni Favor…
Paradigmas equivocados
Luis H. Arthur S.
Los paradigmas son muchas veces irracionales y fuera de toda lógica pero están bien enraizados en la conciencia social.
Nosotros logramos nuestra independencia contra España en 1821, la cual fue efímera y en 1822 caímos bajo la Dominación de Haití. España mediante el tratado de Basiléa de 1795 había cedido su parte oriental de la Isla a Francia y hasta 1801 fue ejecutada por Toussaint Louverture gobernador de la isla en nombre de Francia.
Haití que declaró su independencia de Francia en 1804, ocupó por 22 años la parte oriental, bajo una conquista que ellos entienden unificaba la isla nuevamente. En 1844 nos separamos y se creó República Dominicana. Ellos siguieron añorando esas dos terceras partes perdida, la pelearon y perdieron, pero su élite creó el paradigma que la isla era indivisible.
Aquí se creó el otro paradigma, que nuestros vecinos son nuestros perpetuos enemigos, y buscan de cualquier manera recuperar este territorio.
Cuando nosotros nos vamos a Puerto Rico, España, EE.UU., vamos buscando mejoría económica, no ha conquistarlas. Está claro que un país que se muere de hambre, con quienes compartimos muchísimos kilómetros de frontera permeable, a quienes nadie quiere en America y Europa, tenga que buscar su país vecino, como nosotros buscamos a Puerto Rico. No hay yola que salga para México, Colombia, Brasil o Australia.
Es a nosotros que nos compete controlar nuestras fronteras. Establecer reglas, supervisar acuerdos de inmigración temporal y la correcta repatriación, pero esto ha sido un pingüe negocio para empresarios, políticos y militares, y no ha habido voluntad política de enfrentarlo y empezar a resolverlo. Mientras, día a día vienen más, como día a día se van más en yola hacia Puerto Rico, ahora hasta la Florida. Nos vamos porque queremos vivir mejor. Ellos vienen porque quieren no morirse de hambre. Ha sido la historia de la vida, y no hay poder humano que pueda evitarlo 100% y por siempre.
Nuestros paradigmas nos enfrentan, y mientras no los dilucidemos, mientras no adecuemos nuestras enseñanzas comunes en las escuelas, seguiremos deformando mentes, que tarde o temprano traerán muerte y sangre, todo por irresponsabilidad gubernamental, que habla mucho, pero no resuelve.
S. Domingo, R. D. * luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com * 25\XI\2008