Sin Temor… Ni Favor…
Evacuan Sentencia
Luis H. Arthur S.
Antier la Suprema Corte de Justicia, evacuó, en el sentido vulgar de la palabra, la muy esperada sentencia sobre la Sun Land y la violación Constitucional del Presidente de la República.
Hombres y mujeres, con excepciones, que se irrespetan, que lucen politizados, divididos, con ojos abiertos y vista de águila, donde los principios jurídicos fueron puestos como palo de gallinero, y desde la cumbre mandan un mensaje terrible de miedo, retroceso, confabulación, y habiendo dejado de ser honorables, rebajan el sitial que ocupan como uno de los tres poderes del Estado, y no tienen ni siquiera el valor de renunciar.
Su sentencia necesariamente le dará más alas a un gobierno que nada respeta, que nadie lo puede detener, y que a ese paso arrollará a este país.
Jueces que recibieron regalos envenenados y hoy tienen que empezar a pagar el favor recibido.
No les ha bastado el haber llegado a la cima de sus carreras, el haber coronado sus vidas perteneciendo a una Institución que es rectora del Sistema Judicial, donde se acumulaba tanto prestigio de prohombres y juristas de talla, moralidad y honor. Haberse entronizado como inamovibles. ¿Inamovibles para qué?
Se comportaron como enanos. Con poco sentido del deber, como hombres que se solazan en la inmundicia y dejaron a un pueblo a merced de sus depredadores.
No pudieron ocultar que se violó la Constitución, pero retorcieron todo para no tener que sancionar al que juró respetarla y a quien elegimos para que la cumpliera y a ellos para que fueran los vigilantes de la libre conducta de los que en su arrogante forma de gobernar, no respetan leyes, no sancionan, no disciplinan, se creen que el país es su hacienda y que pueden tomar, gastar, endeudar, evaporar tranquilamente, sin responsabilidad ni consecuencia.
Desgraciadamente todo en la vida tiene límites como ya he dicho, y tarde o temprano las aguas volverán a ocupar su nivel y en su retroceso, igual que en su avance, irán destrozando, destruyendo, acabando y haciendo tabla rasa.
Estos jueces, que parece que no tiene hijos, ni nietos, no renunciarán, pues eso sería muestra de algún tipo de dignidad, la que parece se ha esfumado, quizás escondida entre alfombras espesas y tantos lujos.
S. Domingo, R. D. * luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com * 19\XII\2008