Sin Temor… Ni Favor…
Feliz Cena de Navidad
Luis H. Arthur S.
Igual que la ingeniería civil sirve para construir edificaciones y grandes obras, la política sirve para construir y gobernar a los países. Son los políticos los arquitectos del país en cuanto a diseñar y crear las condiciones para el bienestar de todos e interpretar los deseos del pueblo y hasta convencerlos de los cambios necesarios para su progreso.
Los políticos se agrupan en Partidos con ideologías y soluciones diversas, desde donde buscan el favor del pueblo votante, y de llegar al poder, ponerlas en práctica y trabajar honesta y duramente para lograr las metas. Pueden llegar al poder solos o en coalición con otros partidos a dirigir los destinos nacionales o quedar en la oposición y hacer un trabajo recto de vigilancia a fin de que los programas prometidos en la campaña por los actuales gobernantes, se cumplan sin apartarse de ellos, y hacer las críticas necesarias cuando este yerre o sus soluciones no consigan el objetivo y bienestar prometido.
A los partidos puede pertenecer todo ciudadano en disfrute de sus derechos políticos, tal y como reza la Constitución.
Por desgracia en nuestro país, los partidos sólo se diferencian en el nombre, que nada tiene que ver tampoco con su actuar. Sirven de enredaderas para que muchos aun incapaces suban, logren movilidad social y desgraciadamente fortunas siempre mal habidas.
Esto es, en vez de ser instrumentos de desarrollo y crecimiento, los partidos y los políticos son entes de malversación con total impunidad, y para que nada cambie no apoyan la educación y el verdadero desarrollo, y a cambio nos dan pan y circo.
Nuestro actual Presidente, su partido y todos los demás, reparten miles de canastas con comida y bebida para que tantos ciudadanos pobres, miserables por estar bajo la línea de la pobreza o muy cercano a ella, tengan en navidad una cena. Lo hacen a sus nombres, como regalos personales, con el fin de atar, mantener cautivos y luego acarrear.
Ellos no saben el verdadero costo del supuesto regalo recibido. Si lo supieran verían que tiene el precio de su pobreza, de su alienación, de mantenerlos eternamente marginados, pidiendo, mendigando y conformándose con las migajas que caen de la mesa de los políticos ladrones.
“Dame un pez y cenare esta noche, enséñame a pescar y cenaré siempre” (Proverbio Chino)
S. Domingo, R. D. * luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com *23\XII\2008