Sin Temor… Ni Favor…
Historia Triste pero real
Luis H. Arthur S.
No hay por qué mostrarse sorprendidos. Ni ser profeta ni adivinador. Tantos lo hemos pronosticado. Será malo, inconveniente, mortal, pero nada se hizo y cuando el tiempo está llegando, no hay por qué rasgarse las vestiduras. Hemos actuado como las esposas necias y ahora sólo nos queda apechugar y disfrutar de noches estrelladas, semáforos apagados y empresas sin energía, trabajando con plantas, encareciendo su producto y perdiendo más competitividad.
El Presidente sabía del problema. Privatizó mal la CDE. Cuando al poco tiempo hubo que aumentar la tarifa se negó a hacerlo y politizó lo que decía que iba a ser bueno.
Regaló los activos de esa empresa de servicio público y se ha hablado hasta la saciedad de el grupito que se archí enriqueció. Vino Hipólito y no actuó acorde al cacareo de antes de juramentarse.
La situación siguió deteriorándose y las Edes fueron recompradas ya quebradas a precio de oro. Cuando Leonel volvió y se juramentó habló de las prioridades. Habló bonito con palabras de demagogia pues no se hicieron realidad. Se dijo que se pedirían responsabilidades por la recompra de las Edes, y lo que se hizo fue negociar con Unión Fenosa, y pagarle con ligero descuento lo que era a plazos. Sin Hipólito ser abogado, parecían dos leguleyos peleándose en estrados, mentándose la madre, diciéndose hasta homosexuales. El pueblo asistía incrédulo al espectáculo de los que por detrás se entienden.
Pasó el cuatrienio con las mismas autoridades eléctricas del anterior, y nada se hizo. Al final aprovecharon el préstamo para la autopista eléctrica al Cibao, y la instalación de Pinalito, ambos créditos los dejó Hipólito.
Hablaron hasta la saciedad de las plantas China y Árabe a carbón. Prefirieron hacer un Metro que subutilizado es un incordio para el país, pero les dejó dinero por un tubo. Y se pudo comprar la reelección.
Cuando de cualquier cosa sólo se saca, se acaba. Eso pasa con las plantas. Se están saliendo de servicio para servir a Bávaro o a la mina de oro de Cotuí. No se les paga a tiempo su producto y el combustible se les agota. Las mismas autoridades siguen sin que se les cuestione seriamente su irresponsabilidad. Ahora involucran a empresarios para culparlos.
S. Domingo, R. D. * luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com * 23\IV\2009
