martes, abril 28, 2009

REYES DEL UNIVERSO

Sin Temor… Ni Favor…

Reyes del Universo


Luis H. Arthur S.

En todas las manifestaciones de la vida debe de haber equilibrio para que sea perdurable, pues al violar las leyes de la naturaleza, efectivas aunque no escritas, esos desequilibrios sólo se mantengan por un tiempo determinado, pero nosotros, que llegamos al mundo hace sólo un segundo, en nuestra euforia nos creemos dueños. Se nos dice que somos los reyes del universo y que todas las demás criaturas de este mundo, son nuestros esclavos y están para servirnos.
Antes que nosotros y por miles de millones de años otros fueron “los reyes del planeta”. Las bacterias y animales unicelulares primero. Luego los dinosaurios y animales gigantes dominaron en tierra agua y aire. Dicen que los Pterosaurios fueron en el volar los animales más perfectos y que ahora nada iguala su destreza y belleza. Después de tantos miles de millones de años, la naturaleza decidió eliminarlos.
Hemos visto como la vida y la muerte son caras de la misma moneda, y sabemos que la evolución viene de la desaparición de unos para mejorados renacer a un mundo cambiante, en una secuencia que podríamos pensar que es infinita sin serlo.
Los seres, con su ley suprema de sobrevivir, comen a otros en una cadena que llega hasta nosotros, que hemos tenido la capacidad de desarrollo cerebral suficiente para creer entender al mundo, y crear mecanismos sanitarios que pensamos extraordinarios para proteger nuestra salud corporal. Por ello nos hemos multiplicado tanto, en ausencia de enemigos depredadores que no seamos nosotros mismos, de guerras controladoras, que hemos desequilibramos el mundo, y a nuestra sociedad. Ante tanto abuso, éste luce se está defendiendo y lo hará como lo ha hecho tantas veces, arrasando y volviendo a empezar tras rehabilitarse, pero con modelos nuevos y diferentes.
Nuestra sociedad entra en conflicto con seres de todas las especies y con nosotros mismos. Las religiones, que han surgido de la ansiedad, de la incógnita, de no entender el mundo, sus leyes, nuestra vida, su objetivo y menos la muerte, no han sabido adaptarse. Racionalmente nos ha sido imposible aceptar que al igual que un virus, un perro o un caballo, siendo reyes, al morir simplemente desaparezcamos, y que como todos en la naturaleza, estamos sujetos a las mismas leyes inmutables.
S. Domingo, R. D. * luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com * 27\IV\2009