sábado, abril 25, 2009

MATAR I

Sin Temor… Ni Favor…

Matar I


Luis H. Arthur S.

En el reino animal la vida no vale nada. Son simples integrantes de la cadena alimenticia, donde unos ocupan los primeros lugares y otros los últimos, y tienen que multiplicarse por miles y hasta millones para que algunos puedan llegar a edad adulta, que puede ser sólo días, meses o poquísimos años.
En el mundo de las bacterias, los microbios, los virus, la situación es peor, pues prosperan por millones en cuestión de horas mientras exista alimento y condiciones, y mueren por millones en minutos cuando estas condiciones faltan.
Los humanos, que somos sin duda los que encabezamos la cadena alimenticia, estamos hechos de multitud de células vivas y hospedamos a cantidad de bacterias que hacen el trabajo para que esta vida se posible. Sin ellas, no tendríamos digestión pues no transformaríamos los alimentos en nutrientes.
Todos estas miles de millones de células vivas que forman nuestro cuerpo, tienen necesidad de alimentarse y para ello el sistema sanguíneo se ocupa de llevar estos nutrientes a cada una, y de sacar sus desperdicios, los que expelemos por filtrado en los riñones, purificación en los pulmones y por el sudor. Igual el sistema digestivo se libra por evacuación de todos sus sobrantes. Sin embargo por nariz y boca, que son orificios de ingestión abiertos al exterior, es por donde mayormente entran microbios y virus malignos, en cantidades increíbles. Se dice que en cada respiración normal, entran no menos de 90 millones de ellos, que nuestro sistema inmunológico tiene que combatir y destruir. Batallas constantes de vida y muerte donde si el virus triunfa y se multiplica, enfermamos. Por la boca, junto a los alimentos nos entran además de bacterias y microbios, parásitos que se alojan en nuestro intestino, hígado, y hasta el corazón y el cerebro.
Total, en cualquier instante de nuestra vida, dentro nuestro se libran cantidades de batallas constantes de vida y muerte, donde deben morir los malos. En caso de nuestro ejército estar perdiendo y enfermar, tomamos medicinas que son como refuerzos efectivos para que esta lucha sea exitosa. Cuando la perdemos morimos.
Uno de los problemas es que las medicinas no solo matan a los enemigos, sino que también matan a amigos, que ninguna culpa tienen.
S. Domingo, R. D. * luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com * 24\IV\2009