Sin Temor… Ni Favor…
Vacaciones
Luis H. Arthur S.
Cuando este artículo salga, estaré lejos tomándome unas vacaciones. Compartir con mis 4 hijos, sus esposos y esposas y mis 5 nietas, 2 nietos, familiares y amigos.
Esta circunstancia va a dificultar que pueda escribir diariamente esta columna, por lo que les aviso a mis amables lectores que también van a tener unas largas vacaciones de un mes con artículos sólo esporádicos.
Es sabido que todos debemos tomar vacaciones, que es una forma de renovar el espíritu, bajar el estrés, descansar de la rutina diaria, volver a llenarse de energía para al volver, hacerlo llenos de vigor y entusiasmo.
Dichosos los que puedan hacerlo, pues hubieron para mi muchos años en que este lujo no fue posible, y ahora, cuando hasta el mucho ruido molesta y las coyunturas duelen, cuando ya los hijos se fueron en pos de su propio destino, es que tenemos el tiempo y la posibilidad económica de poder disfrutar tiempo libre en lugares extraños al diario vivir. De malcriar nietos con una disciplina suave, nada comparable con la estricta a la que los hijos fueron sometidos, pues sin la responsabilidad directa de su educación y con el alma que al igual que la masa muscular se hace más tierna por la edad y quizás en razón de que la experiencia nos hace ver puntos de vista que antes no percibíamos, nos ablandamos y hasta creemos que esos monstruos dominantes, son criaturas frágiles y desvalidas.
Como siempre, cuando estas vacaciones vayan llegando a su fin, nos sentiremos nuevamente gratificados de poder volver a nuestra rutina, a nuestro silencio, a nuestra cama que guarda la forma de nuestra anatomía, a nuestra vida sosegada y tranquila, a seguir, pues la vida no toma vacaciones. El tiempo luce no necesitarlas y sigue su paso inexorable en su firme y normal discurrir, y al regreso lo hacemos con una sonrisa, pues volvemos a descansar y recuperarnos, no importa que lleguemos a nuestras viejas carencias y necesidades, para inmediatamente comenzar a olvidar, a extrañar y rememorar los maravillosos tiempos vividos en nuestras vacaciones.
En mi ausencia temporal, deseo que sean felices, que su discurrir sea suave y armónico, aunque las circunstancias y los pronósticos digan lo contrario.
Aunque no lo creamos, los problemas son parte de la vida.
S. Domingo, R. D. * luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com * 17\III\2009