domingo, octubre 16, 2011

¿CUÁNTO VALE UN VOTO?

Sin Temor… Ni Favor… ¿Cuánto vale un voto?

Luis H. Arthur S.

¿Cuánto vale un voto?

Supongo que su precio depende del grado de miseria de quien lo vende, de su estrechez económica, intelectual y educativa. De su incapacidad para entender el devenir en un mundo injusto lleno de inmediatismos.

Quizás lo vende quien no es capaz de tener memoria, autoestima, de tener la habilidad de poder razonar, de planificar su futuro pensando en el pasado, y ser susceptible de convertirse en marioneta de amigos y políticos, de creer todo lo que le dicen y prometen, sin querer o poder sopesarlo, sin ideas propias, pues eso es muy difícil.

Quizás repito, entiende que es mejor dejarse llevar de discursos y palabras bonitas, dichas sólo para el engaño, dejar sin rubor que lo llamen muerto de hambre y que durante pocos días le den algo de comer y algunos centavos robados al erario.  Que crean que solo con obras de ornato se crea el progreso de una nación y que éste, que como maná, les caerá del cielo, y que sin esfuerzo ni trabajo duro, van a mejorar permanentemente en lo social y lo económico. Tal vez y desgraciadamente su horizonte intelectual no es más que el día a día, como cualquier animalillo.

Creo que el que vende su voto está dotado como todo humano de un cerebro capaz, pero infra usado, que aunque es campo fértil, nada crece por falta de trabajo y cultivo, y vive de lo que la naturaleza le provee en plan de recolector y del uso eficiente de los puros instintos animal y primario de que hemos sido todos dotados, siguiendo siempre a un supuesto líder.

Es nuestra historia ancestral y los políticos lo saben. Conocen que no hay mejor forma de esclavizar que hacer creer que se es libre, haciendo muchas promesas y adulando al incapaz, haciéndole percibir que el apoyarlos, ser su incondicional, es su mejor y más inteligente decisión, y en esa procesión vamos contentos hacia el abismo.

La tragedia de la democracia es que todos los votos valen lo mismo, y que bastan los votos comprados de los que están comprometidos por debajo de la línea de la pobreza, los que pasan hambre y todo tipo de precariedades, para ganar de calle y en primera vuelta unas elecciones en los que tantos se abstienen.

Digamos que el 50% de los que tienen derecho al voto lo vendan, y no les importe elegir entre lo peor y lo más malo, aun creyendo que lo que será malo para la gran mayoría, no lo será para ellos. Con $44 mil millones del erario, divididos entre 3 millones, se compran a $14,666 pesos por cráneo, esos que son terrenos baldíos. Por menos que eso cualquier sicario o delincuente te mata hoy en la calle, en tu casa, o donde te muevas. Si nos vendiéramos todos por $500, par de pica-pollos, galones de gasolina, botellas de ron y una fundita, serían menos de los $7,333 disponibles para 6 millones de votantes.

La juventud, la que debía de ser esperanza, está perdida. El representante de los 180 mil estudiantes de la UASD, universidad en total decadencia, definida por alguien como campo de concentración voluntario para la tranquilidad cara de un país incapaz, es un fósil que en 21 años no ha cursado ni el 25% de su carrera, inepto, arrugado que crudamente nos muestra lo que somos y hasta dónde hemos llegado en hacer y dejar hacer, sin siquiera indignarnos, que es un acto del inexistente intelecto.

Sto. Domingo, R.D.* luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com *16/X/2011