sábado, noviembre 17, 2012

BACTERIA MUTADA


Sin Temor…   Ni Favor…

Bacteria mutada
 Luis H. Arthur S.
También el cuerpo social se enferma y hasta muere.  Cuando el sistema inmunológico se debilita, pierde su función y hasta se vuelve contra los que tiene que proteger, la situación es grave.  Somos en lo social una copia macro de nuestra micro existencia, sus leyes y posibilidades.  La ciencia no aclara aun la estructura orgánica que nos hace tan funcionales y hasta perfectos, ni donde definitivamente reside nuestro centro de mando maestro, ni cómo actúa, aunque cada día sabemos algo más.  Que si el ADN nos rige, como programa inmenso y complicadísimo grabado en todas y cada una de nuestras microscópicas células del cuerpo, en un despliegue de miniaturización increíble.  Sin que aun sepamos cómo se intercomunican, se sincronizan e instantáneamente se actualizan tantos millones de copias de lo mismo, ni si existe un programa “original” y copias o si todos son originales dependientes.  Cómo se estructura o construye el famoso genoma, que dicta nuestra existencia diferenciada de todos los seres vivos.  Se habla del cerebro como órgano rector con sus neuronas donde se graban todas las eventualidades del ser externo e interno, que antes se decía que no se podían multiplicar, de ahí que el que nacía bruto, bruto se quedaba.  Hoy se sabe que no, que se reproducen, que nuevas reemplazan a las muertas, y que otros órganos, quizás todos, tienen también neuronas que les permiten tomar decisiones locales, como periféricos inteligentes de un sistema de red muy complicado pero efectivo. Aun hay tantas cosas de nuestra fisiología que no conocemos, que es patético como tantos, incluidos médicos buenos, se creen que con lo poquito que saben ya lo dominan todo y rechazan de cuajo ideas nuevas y esperanzadoras, aunque sea una entre mil.
Una estructura tan perfecta, tiene que tener un sistema de preservación y defensa también muy sofisticado, efectivo y eficiente y ese es nuestro llamado Sistema Inmunológico, que trata de defendernos de la invasión constante y masiva de delincuentes patógenos vivos generalmente, con ADN propio, como microbios, bacterias, hongos, virus, gusanos, etc., que en su busca de medrar en nuestro cuerpo y sus recursos gratis, en cadena alimenticia, nos enferman, nos consumen y nos llevan hasta a la muerte prematura.
Este sistema no tiene “marcianos favoritos”, amigos, parientes, relacionados, y está integrado organizacionalmente por cuerpos de detectores, marcadores, eliminadores, etc., esto es, tiene sistema de inteligencia para detectar, identificar, marcar y eliminar a los seres extraños que nos invaden o nativos que mutan patológicamente.  Todo ser u organismo que no tenga una marca, una credencial apropiada, un salvoconducto, es fagocitado, eliminado sin contemplaciones ni juicio.  Claro, la tarea no es fácil pues la delincuencia no cesa de invadir, se disfraza, muta, cambia de personalidad, falsifica credenciales y en guerra de inteligencias y subsistencias, muchas veces logran engañar y hasta ganarle la batalla al sistema inmunológico.  Entonces ante la enfermedad, es que vienen las medicinas a ayudarlo, reforzarlo y tratar de controlar al invasor, matandolo mayormente por envenenamiento.
El Cuerpo Social también se enferma, como dije arriba, y se llena de delincuentes que hay que controlarlos, estar alerta en su defensa para que no lo perjudiquen, lo dañen malamente y eventualmente hasta lo maten.  Para ello tenemos cuerpos de seguridad que copian la labor precedente del sistema inmunológico, solo que tantas veces pierden su sentido de responsabilidad y dejan que patógenos malignos subsistan, prosperen y se hagan todopoderosos, porque o ellos mismos se han coludido o han perdido todo sentido del deber.  Este es el caso en que vivimos ahora con un gobierno y policía, militares y demás que han perdido su sentido del deber y defensa.
Cuando leemos que el Procurador General de la República, quien creíamos una persona con dignidad, escribe al rechazar la querella contra Leonel Fernández, el mayor cáncer que nos está afectando y que queremos erradicar para que no haga metástasis en el 2016, que: .., siente un gran respeto por Fernández, de quien dice creó un trato profundamente humano, decente y respetuoso con las personas, aún con aquellos que políticamente le adversan…” nos sentimos frustrados, temerosos, abandonados, y tenemos que entender que es una bacteria maligna que ha mutado para semejar un defensor, y usa su poder, su capacidad y la palabra dicha y escrita para tergiversar y desproteger al cuerpo social y pretender preservar patógeno, que por lo dicho luce de su misma naturaleza.