Sin Temor… Ni
Favor…
Bacteria mutada
También el
cuerpo social se enferma y hasta muere.
Cuando el sistema inmunológico se debilita, pierde su función y hasta se
vuelve contra los que tiene que proteger, la situación es grave. Somos en lo social una copia macro de nuestra
micro existencia, sus leyes y posibilidades.
La ciencia no aclara aun la estructura orgánica que nos hace tan
funcionales y hasta perfectos, ni donde definitivamente reside nuestro centro
de mando maestro, ni cómo actúa, aunque cada día sabemos algo más. Que si el ADN nos rige, como programa inmenso
y complicadísimo grabado en todas y cada una de nuestras microscópicas células
del cuerpo, en un despliegue de miniaturización increíble. Sin que aun sepamos cómo se intercomunican,
se sincronizan e instantáneamente se actualizan tantos millones de copias de lo
mismo, ni si existe un programa “original” y copias o si todos son originales
dependientes. Cómo se estructura o
construye el famoso genoma, que dicta nuestra existencia diferenciada de todos
los seres vivos. Se habla del cerebro
como órgano rector con sus neuronas donde se graban todas las eventualidades
del ser externo e interno, que antes se decía que no se podían multiplicar, de
ahí que el que nacía bruto, bruto se quedaba.
Hoy se sabe que no, que se reproducen, que nuevas reemplazan a las
muertas, y que otros órganos, quizás todos, tienen también neuronas que les
permiten tomar decisiones locales, como periféricos inteligentes de un sistema
de red muy complicado pero efectivo. Aun hay tantas cosas de nuestra fisiología
que no conocemos, que es patético como tantos, incluidos médicos buenos, se
creen que con lo poquito que saben ya lo dominan todo y rechazan de cuajo ideas
nuevas y esperanzadoras, aunque sea una entre mil.
Una estructura tan perfecta, tiene que tener un sistema de
preservación y defensa también muy sofisticado, efectivo y eficiente y ese es
nuestro llamado Sistema Inmunológico, que trata de defendernos de la invasión
constante y masiva de delincuentes patógenos vivos generalmente, con ADN propio,
como microbios, bacterias, hongos, virus, gusanos, etc., que en su busca de
medrar en nuestro cuerpo y sus recursos gratis, en cadena alimenticia, nos
enferman, nos consumen y nos llevan hasta a la muerte prematura.
Este sistema no tiene “marcianos favoritos”, amigos, parientes,
relacionados, y está integrado organizacionalmente por cuerpos de detectores,
marcadores, eliminadores, etc., esto es, tiene sistema de inteligencia para detectar,
identificar, marcar y eliminar a los seres extraños que nos invaden o nativos
que mutan patológicamente. Todo ser u
organismo que no tenga una marca, una credencial apropiada, un salvoconducto,
es fagocitado, eliminado sin contemplaciones ni juicio. Claro, la tarea no es fácil pues la delincuencia
no cesa de invadir, se disfraza, muta, cambia de personalidad, falsifica
credenciales y en guerra de inteligencias y subsistencias, muchas veces logran
engañar y hasta ganarle la batalla al sistema inmunológico. Entonces ante la enfermedad, es que vienen
las medicinas a ayudarlo, reforzarlo y tratar de controlar al invasor, matandolo
mayormente por envenenamiento.
El Cuerpo Social también se enferma, como dije arriba, y se llena de
delincuentes que hay que controlarlos, estar alerta en su defensa para que no
lo perjudiquen, lo dañen malamente y eventualmente hasta lo maten. Para ello tenemos cuerpos de seguridad que
copian la labor precedente del sistema inmunológico, solo que tantas veces
pierden su sentido de responsabilidad y dejan que patógenos malignos subsistan,
prosperen y se hagan todopoderosos, porque o ellos mismos se han coludido o han
perdido todo sentido del deber. Este es
el caso en que vivimos ahora con un gobierno y policía, militares y demás que
han perdido su sentido del deber y defensa.
Cuando leemos que el Procurador General de la República, quien
creíamos una persona con dignidad, escribe al rechazar la querella contra
Leonel Fernández, el mayor cáncer que nos está afectando y que queremos erradicar
para que no haga metástasis en el 2016, que: “ .., siente un gran respeto por Fernández,
de quien dice creó un trato profundamente humano, decente y respetuoso con las
personas, aún con aquellos que políticamente le adversan…”
nos sentimos frustrados,
temerosos, abandonados, y tenemos que entender que es una bacteria maligna que ha
mutado para semejar un defensor, y usa su poder, su capacidad y la palabra dicha
y escrita para tergiversar y desproteger al cuerpo social y pretender preservar
patógeno, que por lo dicho luce de su misma naturaleza.
S. Domingo, R.D. * luis@arthur.net
* www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com * 17/XI/2012