domingo, noviembre 27, 2011

LAS DE CAL SON BUENAS


Sin Temor…   Ni Favor…


Las de cal son buenas

 Luis H. Arthur S.

Muchos le creímos una víctima digna cuando dijo que le había vencido el Estado.  Entendimos esta frase como a lo más que se atrevía, ante el avasallamiento de su líder y de gran parte de su partido.  Creímos que había sido prudente y que de veras había resentido el golpe y lo estaba digiriendo a lo callado, rumiándolo, sanando, buscando quizás lavar la ropa sucia en casa y sacar ventaja del abuso y su posición de abusado, de mártir.

Se mantuvo callado, inactivo, viviendo se supone de su renta o de dádivas de los de su partido, por no pensar ni siquiera que había también salido rico del Estado como todos los que ya lucían ser sus ex compañeros.

Cuando se presentó como candidato, tuvo que enfrentar prudentemente todos los ataques que ellos, junto al Presidente, y sus funcionarios le  hicieron.  Trataron de irradiarlo de la carrera sucesoria, desalentarlo, sustituirlo por otros, de todas las formas posibles.  Era el enemigo resentido. 

Como en traba lo toparon con otros gallos, gallitos y gallinas que con mucho apoyo y dinero le hicieron la vida de cuadritos, pero aun así, logró derrotarlos a todos y salir ganancioso con la candidatura del partido.  Lucía tener carácter, un plan coordinado y bien elaborado y pensado.  El partido que lo eligió contra viento y marea, tendría que someterse a sus planes y cambios de política necesarios.

Pero esto no era lo que sucedería aunque el Plan A de la estrategia de Dr. Fernández para no perder poder ni control, había fracasado. 

Danilo estaba en la cúspide de su poder personal.  Entonces se puso en marcha el Plan B.

El imperio contra-ataca.

Lo rodearon y ataron como andullo por todos los que lo habían enfrentado, combatido y le habían hecho sentir el peso de la maquinaria del Estado.  El grupo de corruptos que solo llevan el mal ejemplo, el desgaste, y la percepción de más de lo mismo, y perjudican su imagen y candidatura.  Llevaban todo el dinero necesario y suficiente para comprar el poder y al candidato.

Tuvieron éxito total.

Ya dominado, el Presidente se declaró su primer asesor y se lanzó en campaña con su hablar bonito, flanqueado por los Comedores Económicos, las obras gubernamentales en que sobresalen los acueductos, y el asfaltado de calles.  Las jeepetas y los helicópteros.   Pan y circo para el pueblo hambriento que no piensa.

El candidato perdió el escenario que fue abarrotado por estos viejos y muy conocidos actores, impidiendo así que el “andullo” pueda tener suficiente espacio de libertad propia.  Se sumergió en el babel de las declaraciones contradictorias.  Las susurrantes suyas de que va a cambiar este estado de cosas, y a hacer “lo que nunca se ha hecho” (quizás matarnos), no resisten la prueba del ejemplo y el trabajo ejecutado por la comparsa que lo rodea y ocupa el primer plano.

Sometido a estas deplorables y vergonzosas condiciones, no se ha quejado de los mismos actores, del mismo Estado y las mismas prácticas que lo victimaron, ahora se exhibe como muda marioneta del poder que no se resiste a irse ni a cambiar.  Luce sentirse muy a gusto.

Sin embargo, el Presidente quizás temiendo que pudiese ser una estrategia de magna simulación y eventualmente cuando tuviera el poder en sus manos se le ocurriera rebelarse, sacudirse las pulgas y las garrapatas, dio un paso más con la imposición de su mujer como su vice presidente, quien ya se manifiesta autónoma, incontrolable e incongruente con lo que dice y promete el candidato.  Quizás llegue el momento en que no se sepa bien cuál de los dos es en realidad el candidato y luego el poder.

Lo triste es que él no habla del tema.  Se aprendió el libreto trazado y lo sigue al pie de la letra, con apuntadores y todo.

Actúa como dicen que se comportan los zombis, los muertos-vivos, los que han sido tratados con algún tipo de adormidera, que pierden toda voluntad y memoria y subsisten en un limbo dirigido.  El dinero y el deseo de proyectarse a veces son más poderosos que el honor y la ética.

Es importante notar que en la reciente encuesta Gallup, la pareja presidencial, en sincronía perfecta, acaba de subir 9 puntos, acercándose al candidato de oposición que luce estancado, a 6 meses de las elecciones.  Es bueno notar que no es Danilo quien está subiendo en la aceptación popular.

El notorio silencio y la sumisión de quien podría llegar a ser el presidente de este país, impulsado por el plan A, B, C y los que el gobierno y los jerarcas del partido tienen o elaboren en la marcha, nos deja desprovisto y en retroceso.

Cuando lo hundieron se quejó amargamente del mal uso que se hizo de los recursos del Estado en su contra, pero ahora, al aceptar complacido las mismas triquiñuelas, muestra su real naturaleza y su carácter.  Entonces su enojo no fue por los principios, sino que los recursos mal habidos se usaron en su contra.

Poca esperanza tenemos con cualquiera de estos candidatos de partidos mayoritarios, pero va contra la idiosincrasia de los dominicanos el asociarse, trabajar juntos y en equipo en pos de un mejor futuro.