domingo, abril 22, 2012

EMBUCHADO DE MAYO


Sin Temor…   Ni Favor…

Embuchado de Mayo

 Luis H. Arthur S.
Nuestra delicada fisiología, distinta a la de los animales que pueden beber cualquier agua y hasta comer cualquier alimento sin alterar sus funciones, nos hace ser susceptibles de muchas infecciones intestinales, marcadas principalmente por diarreas y malestares estomacales o intestinales de severidad variable.

Dado que el sistema digestivo es por donde absorbemos los alimentos y el agua que como suero y plasma llega a las células todas del cuerpo y que es necesario para transportar todos los alimentos ya transformados y minerales que sostienen nuestra vida, se dice que no se puede estar más de tres dias sin tomar agua, que forma cerca del 70% de nuestra masa corporal, pues el cuerpo se seca (deshidrata) y viene la muerte.

Cuando tenemos diarrea, no solo se nos va nuestra agua, sino también nuestros electrolitos, principalmente el potasio, el sodio y el cloro.

Por tanto, en caso de diarrea lo más importante es tomar mucho líquido para no deshidratarse.  Actualmente se recomienda tomar “suero oral”, que aunque ya venden sobrecitos en la farmacia para agregárselo al agua hervida, se prepara en casa fácilmente tomando un litro de agua hervida y añadiéndole el jugo de un limón, 2 cucharadas soperas de azúcar, una cucharadita de las de café de bicarbonato y media de sal. .  Estos componentes reemplazan los electrolitos que se van con la diarrea y mantienen a las personas sean niños, jóvenes o viejos, compnesados, hidratadas y ayuda a evitar muertes, sin necesariamente tener que inyectarles suero glucosado en un centro médico a alto costo.

En esto de infecciones gastro-intestinales, los niños y los viejos son más propensos a agravarse e incluso morirse, sobre  todo los enfermos y frágiles.

En mis tiempos de niñez y pubertad en mi pueblo se hablaba del ”Embuchado de Mayo”.  En ese mes, tras la larga sequía de la cuaresma llegaban las lluvias copiosas que no solo mojaban la tierra, sino que inundaban y arrastraban cuanto desechos encontraban, incluido defecaciones de animales y personas, animales muertos, basuras y bacterias en estado de hibernación, hacia los ríos y fuentes de agua, y al tomar estas aguas contaminadas, la diarrea se hacía presente, a veces muy virulenta, colectivamente y siempre habían muertes.  Muchos por disentería.  Solo existía el medicamento Sulfatiazol, y las penicilinas y demás antibióticos estaban aún por descubrirse.

En la época era la tradición que si uno estaba atento y tomaba un vaso de la  primera agua de Mayo, ya no se embucharía, pues se creía que de alguna forma mágica, eso le vacunaría y salvaría de algo estacionario y normal que no se entendía bien.

La práctica común era que como los acueductos no suplían agua tratada, (no se disponía del cloro) sino filtrada, y eran pocos, deficientes y deficitarios como aun los siguen siendo, casi toda familia tenía un aljibe donde recolectaba el agua de lluvia, que era la que filtrada se tomaba siempre por seguridad.  Después de una sequía prolongada, y antes de introducir nueva agua de lluvia al aljibe, se desconectaban los caños recolectores para que un buen aguacero lavara los techos empolvados y contaminados.  Los sapos y renacuajos que allí se criaban y habitaban en estos depósitos, en vez de dañarla la mejoraban evitando mosquitos y otros insectos contaminantes.  Era responsabilidad de los jefes de familia mantener la salud familiar con prácticas de higiene.

Después de varios días de buena lluvia, ¡de aquellos torrenciales aguaceros!, la densidad de las contaminaciones disminuía y las diarreas iban cesando.

El lavado de las manos con jabón de cuaba, cada vez que se venía de la calle y antes de ingerir cualquier alimento era mandatorio, igual que lavar las frutas y verduras antes de ingerirlas.

Debido a las inundaciones de algunos pueblos la semana pasada, ha llegado un brote de diarrea y hasta de cólera en mucha población e incluso muertes, a mi nada me ha extrañado, pues en ese medio insalubre nací y aunque no lo crean me crié.  Lo penoso es que 70 años después, la potabilización y clorinación de los tantos cacareados modernos acueductos sea muy irresponsable por deficiente y esporádica, y la sanidad ante los desechos, los sépticos, letrinas, basura, contaminación freática, siga como antes o peor por ser una población mucho mayor y que se cuida menos, y que la gente, en su dependencia gubernamental y mala instrucción, haya olvidado las reglas básicas de la salud pública y personal, confiando en los malos gobiernos que hasta ahora hemos tenido a quienes los muertos pobres no interesan, pues aun muerto, muchos votan y no cuestan nada…