domingo, marzo 31, 2013

QUIEN CURA TIENE LA RAZÓN



Sin Temor…   Ni Favor…

Quien cura tiene la razón
 Luis H. Arthur S.
Las investigaciones y el ingenio humano son la esperanza futura de que ante los abusos de los antibióticos y demás medicinas, no llegue el día en que nos quedemos sin un arsenal efectivo y eficiente para combatir los patógenos (virus, bacterias, hongos y parásitos) que cada día más se hacen inmunes.
Ahora con el genoma humano y virus buenos como mensajeros, se vislumbran cada día nuevas medicinas que irían directamente al problema diagnosticado, no afectando al entorno como ahora, que en su labor germicida matan malos y buenos.
Es indudable que nunca antes la población mundial ha contado con tan buenos equipos de diagnóstico, con tantas medicinas para su salud y ha logrado prolongar la vida con vigor de millones de personas, principalmente de las que no marginadas de todo, educación, desarrollo, comida, y muchos más, contando con tantos médicos concentrados en grandes urbes, que cada vez saben más de menos, como todo especialista de cualquier disciplina.  Si hay alguna crítica, es al hecho de que como nada en la vida es perfecto, el modelo de medicina actual luce anquilosado y haciéndose obsoleto, y que se trabaja con los síntomas y no con la erradicación verdadera de enfermedades, las que se enquistan y nos hacen tener que tomar medicinas de por vida, solo como medio de control, no de cura.  Esto ha permitido y fomentado un negocio multimillonario de medicamentos patentizados manejados por pocos y muy lucrativo, donde los médicos solo los recetan, pues son su único arsenal, sin tener alternativas, luego del diagnostico basado en análisis de laboratorios, equipos y patólogos, donde cada día interviene menos la experiencia personal.  De seguir así, pienso que eventualmente podrán ser reemplazados por robots.
Esto ha logrado una simbiosis conveniente y lucrativa donde médicos diagnostican según un patrón cada vez más establecido y estandarizado.  Lo triste es que aunque se controlan los patógenos, al no erradicarlos totalmente, la causa sigue por dentro como la carcoma, destruyendo órganos, taponando venas, debilitando huesos, y entonces vienen las costosas intervenciones quirúrgicas.
Algunos críticos, y sin ellos el mundo no avanza, sostienen que el enfoque de la medicina actual no es completo, que a los médicos se les enseña y entrena  para lo que hoy hacen, pero no para llegar al origen de la enfermedad y erradicarla de cuajo, no solo controlarla con una serie de medicamentos recurrentes y a veces de por vida.   Claro, se habla que el cuerpo va perdiendo facultades con la edad y que estas lo suplen y le dan calidad de vida lo cual es parcialmente cierto, pero otros dicen que ese deterioro acelerado viene porque dicho de una manera folclórica no han podido aun matar totalmente la “carcoma” de cualquier parte del cuerpo a tiempo para que cause el menor daño y así permitir una rápida y completa regeneración del cuerpo.  Dicen que el mejor doctor está dentro de cada uno de nosotros y que nuestro cuerpo es perfecto, lo que es ratificado con cada nuevo descubrimiento y hasta concedemos premios Nobel por ello.  Es importante notar que no “inventamos” nada, solo descubrimos lo que siempre ha estado ahí, no conocíamos y nos maravillamos.
En toda disciplina siempre han existido charlatanes, mentirosos, simuladores que buscan beneficiarse de cosas inciertas por el simple hecho de que les falta talento, capacidad investigativa o dinero o que quieren enriquecerse rápido.  El dinero, generalmente a universidades que investigan, proviene del estado, de mecenas o de los grandes fabricantes y comercializadores de medicamentos, en cuyo caso se convierten en parte económicamente interesada con el resultado, por lo que hay que ser muy cautos.  Que esto exista no es óbice para creer que todo el que aboga por nuevas formas, reglas, enfoques debe ser combatido a priori, muchas veces a muerte.  Es patético que casi todas las guerras de la humanidad han sido por intereses, conveniencias, robar bienes o tierras ajenas o mantener, y tratar de perpetuar estatus económicos o religiosos existentes.
Aun en esta época de supuesta libertad y progreso, el disentir de los poderosos es peligroso, pero aun así, se está viviendo una revolución en todas las disciplinas y la medicina, tan cercana a nuestros sufrimientos, no puede estar ajena.  Y contra viento y marea cosas nuevas y prometedoras van encontrando un lugarcito en el mundo atribulado, y a la postre incidirán quizás radicalmente en la forma de ofertarla y en los resultados.  Se busca ofertar salud, pues cada día según las estadísticas tenemos más médicos y medicinas pero más enfermos.
Ante este agotamiento del modelo actual, se destaca la técnica de los Pares Biomagnético, basado en imanes comunes y corrientes de mucha intensidad y el concepto de la física moderna de los campos energéticos, que fue descubierto apenas en 1988 en México, y que se va extendiendo incontrolable por toda Europa y América, pues se dice que equilibra el cuerpo en su Ph, y éste mata la población de patógenos.  El cuerpo ya equilibrado cura casi todo, sin medicinas, generalmente en una sola consulta.
Es una técnica increíble de diagnóstico preciso en minutos, no invasiva ni transmisora de enfermedades, con la ventaja que si no hiciera bien, tampoco haría mal.
Aun se requiere mucha investigación, certificación de resultados, pero las ventajas que ofrece son enormes, aunque sabemos que su gran debilidad es que no usa medicinas, evita intervenciones quirúrgicas y hace obsoletos tantos equipos de diagnósticos que hoy son maravillas, amén de reducir los clientes de hospitales que agarran infecciones ajenas y la intervención quirúrgica de médicos, que hoy luce desbordada y costosísima.
La puerta de los hospitales está cerrada a verificarla e interactuar, y lograr las certificaciones que solicitan, y con razón, la ven quizás como amenaza y nadie quiere afilar cuchillos contra su garganta.  Esta técnica no va contra los médicos, sino a favor de la población que no desea medicinas sino cura, y ella tiene algo muy preocupante y es que no usa medicamentos, y está logrando que el cuerpo sane lo que se dice incurable.
El sistema de usar imanes simples, sin que sean invasivos y más eficiente que casi todos los métodos actualmente conocidos y para colmo muy barato, ofrece a la población una posibilidad inusitada de salud, sin efectos secundarios, en una consulta en el 90% de los casos.  Es necesario abrir la mente al progreso para sacar el mayor provecho de este descubrimiento, que como todos, siempre ha existido y hasta ahora tenemos ojos para verlo y debe ser perfeccionado.
El gobierno, Salud Pública, las diversas Universidades, deberían experimentarlo, y de comprobarlo, apoyarlo, como ha hecho Ecuador y Chile que lo tiene incluido dentro de su servicios de salud pública, pues la verdad que es extraordinario.
No debemos olvidar aquello de que “quien cura tiene la razón”, aunque algunos se aferren en combatir lo que no conocen.  Así ha sido siempre, y si bien esos elementos negativos han conseguido retrasarlo  nunca ni nadie puede detener el progreso.
http://www.youtube.com/watch?v=oAFiLxHtkuo