domingo, julio 21, 2013

SÍNDROME EQUIVOCADO



Sin Temor…   Ni Favor…



Síndrome equivocado
 Luis H. Arthur S.
Algún amigo se quejó de mi artículo pasado y me decía que yo era injusto con Danilo.  Que no sabía lo que día a día se encontraba, y eso ocurría el mismo Lunes cuando mi artículo fue publicado y la prensa venía llena de fotos del abrazo entre el “hermano que nunca tuve” y el discurso triunfalista de éste, diciendo que en el 2016 derrotarían de nuevo al PRD, que hasta Corides y su burro hoy lo harían.
Cuando vi esas fotos y leí las notas periodísticas, me lució que me quedé corto, quizás muy corto, al considerar la dependencia y sometimiento de nuestro actual presidente al pasado, quien no cesa de manifestarlo y poner en apuros al actual, si este tuviera el prurito de no ser tan obvio.
Como ya tenemos para el 2016 un nuevo gobierno del PLD y hasta el 2036 (no sé por qué sólo hasta esa fecha); sería conveniente ya no tener elecciones, economizarnos tanto dinero en robo y despilfarrado, tantos inconvenientes, tanto ruido y tanta suciedad de afiches en el país, y ya que si esa es la circunstancia tramposa y trampera, en que vamos nuevamente a votar por el León intocable, nos evitaríamos el penoso espectáculo de compra de votos, de manifestaciones con bebidas alcohólicas, de gastadera de combustible, y llegaríamos al mismo resultado, hasta con menos culpa y más sanidad mental.
Claro, la prensa escrita, radial y televisiva así como el populismo y el clientelismo sufrirían en sus ingresos, pero a la postre no habría que poner nuevos impuestos, pues no habría déficit, y hasta quizás, como conservaron sus peculios personales robados intactos, pensarían en robar menos.  En esto contrarío el parecer de muchos que dicen que mientras más tienen más quieren, que nunca se hartan de esas virtudes los políticos corruptos.
En fin, ya que llega el primer aniversario, vuelvo a felicitar al actual gobierno, por nada haber hecho en el meollo del problema nacional, ni en los grandes males que nos afectan, como inseguridad, tránsito, salud, empleo, electricidad, paralización económica.  Eso es el gran aliciente y mejor escenario para que el que habla bonito se alce nuevamente con la presidencia.
Para no dejarlo en ascuas, le conteste al entrañable amigo, que Danilo sabia en lo que se metía, que tenía mucha experiencia siendo de hecho el segundo de a bordo por dos períodos, y si él había escogido ese camino de sumisión era su única responsabilidad.  Digamos que al cabo tuvo el síndrome de Luxemburgo.