sábado, junio 21, 2014

Sin Temor… Ni Favor…

Indolentes
 Luis H. Arthur S.
Es frustrante ver como los que juraron defender al pueblo, los que juraron darle salud y no permitir que nada les dañe, cuando ven que todos sus medicamentos, toda su ciencia, son incapaces de contener una epidemia viral llamada Chicungunya (hombre encorvado), son más que indolentes y no aceptan nuevas ideas que son inofensivas en cuanto a sus efectos secundarios, usadas desde siglos atrás con éxito, no patentables, que si no hacen bien no hacen mal, de las que este servidor no ha sido más que uno más de los que las recuerdan, repite y cacarea, sin beneficio alguno, sin que hasta el momento se vea en estos señores del poder y la salud ninguna voluntad de probar, investigar, controlar y tratar de resolver el problema de manera efectiva.  Con razón un amigo me dijo que parecía “Fray Antón de Montesinos, predicando en el desierto”.  Le contesté que más bien lucía como“Fray Luis de Monterrey”, predicando en el desierto de la indolencia que ojala no fuera también sabichosa.
Pena que no estoy en Santo Domingo, pues creo que lanzaría a las calles estos productos que son bien económicos, quizás demasiado y ahí está su gran pecado pues no dan para comisiones, y aunque me metieran preso los que defienden su negocio y el de otros con calumnias y mentiras, quizás de seguro podría llevar alivio y salud a tantas personas que hoy desbordan los hospitales, donde reciben medicamentos, cuando los hay, que tampoco MATAN VIRUS.
Ya se están muriendo personas, dicen que solo tres en estadísticas convenientes, pero si alguien tomando H2O2 grado alimentario muriera por cualquier causa, yo, que no tengo licencia para matar, sería acusado de criminal y tendría que pasar mis últimos años en la cárcel, en el lugar que le debería corresponder a tantos corruptos quizás la más señero que anda por el mundo pavoneándose y creyéndose aun presidente y tratando de opacar al actual.
Hasta que el pueblo no desborde las calles, como hoy lo hacen en las urgencias de los Hospitales inútilmente, nada pasará.
Que Dios se apiade de nosotros, pues esta pandemia, no será la última.  Quizás sea la más dolorosa que recordemos pero menos peligrosa, y volverán los Dengues, el SIDA ahora tal vez con perspectivas de aumento por tanta promoción, mientras muchos afectados se manifiestan porque sus medicamentos, que no curan, sean incluidas en la Seguridad Social, y vendrán otras más como la fiebre porcina, la aviar, etc., mientras como país y como pueblo tarado, no buscamos soluciones, esperamos que algún laboratorio diga que inventó una vacuna, que a lo mejor es puro fraude como con la H1N1 aquí en México, pero que sí producirá muchos niños autistas, y degenerará muchos higados…