martes, enero 19, 2010

TERREMOTOS Y VIVIENDAS

Sin Temor… Ni Favor…

Terremotos y Viviendas


Luis H. ArthurS.

(Artículo escrito para la Revista de Arquitectura POYECCIÓN, y reproducido por EL NACIONAL el 1 Abril 2009)

Los terremotos ocasionan muertes masivas, algunas por derrumbamientos de piedras, lodo y otras por las obras que el ser humano construye deficientes y poco planificadas. Así, cuando colapsan, nos aplastan y, en el mejor de los casos nos entierran vivos, en espera de rescate que quizás no llegue.
Nuestro país tuvo su último gran terremoto el 4 de Agosto de 1946 a las 12:55 pm, el cual tuvo su epicentro en una falla, un agujero de más de 8 Km de profundidad en el Océano Atlántico, frente a Puerto Rico, llamado la Fosa de Milwaukee y una intensidad de 8.1 grados en la escala de Richter.
Esta forma de medir los terremotos se debe a Charles Richter (1905 - 1985) y es una escala logarítmica, lo que hace que cada número ascendente significa el doble de destrucción del número anterior. Esto es, un terremoto de magnitud 5 produce doble daño que uno de magnitud 4 y así sucesivamente.
Nuestras estadísticas de fenómenos vividos, según la historia del descubrimiento para acá, nos muestran que cada 50 años aproximadamente se origina uno de estos fenómenos de gran intensidad, que se deben al choque de las placas tectónicas que pasan por la cordillera septentrional, entre Puerto Plata y Santiago.
Cada año se producen cientos y miles de movimientos sísmicos, la mayoría imperceptibles excepto para los sismógrafos, que son los equipos que miden estos fenómenos. En http://www.iris.edu/latin_am/domrepub.phtml puede verse la lista de los sismos durante los últimos 90 días.
Terremotos del pasado causaron el hundimiento y destrucción total de La Vega y Santiago (2 Diciembre 1562), la destrucción de El Seybo (1751). El 7 de Mayo de 1842 otro terremoto derrumba los principales edificios de Santiago.
Actualmente existe una zona de inestabilidad pasando Imbert y se observa en la autopista camino a Navarrete, donde a pesar de los múltiples arreglos en la carretera, siempre se rompe el pavimento y se nota el desplazamiento lateral de ambos extremos.
Han pasado más de 50 años y los expertos vaticinan que en cualquier momento podríamos tener una fuerte sacudida. Ahí radica el temor de que tantas obras construidas sin estudios antisísmicos y con muchos vicios puedan colapsar, como hemos visto en años recientes en Japón, China y otros países asiáticos.
En estos tiempos un ciclón se anuncia con anticipación, se le da seguimiento a su ruta, se mide la velocidad de sus vientos y de traslación, se calcula la cantidad de agua que depositará y la gente puede refugiarse en sitios adecuados para salvar la vida. En el caso de un terremoto no sucede lo mismo. Llega inesperadamente y causa tanto daño por su intensidad y la dirección de sus ondas expansivas y se lleva tantas vidas que a veces ni puede precisarse con exactitud su número.
Cuando el terremoto del año 1946 yo iba a cumplir 10 años y recuerdo el pánico de todos, los llantos, las plegarias y la incertidumbre de no saber cuántas replicas vendrían, a qué hora y de que intensidad. El dormir en descampado. En aquellos tiempos vivíamos en Puerto Plata en una casa de dos pisos de madera, techada se zinc. La madera es flexible y tiene más capacidad para absorber estas ondas energéticas y como en el país todas las viviendas eran de madera, esto evitó que se produjeran derrumbamientos de pesadas paredes y aplastamientos, pero hubo un maremoto que entró hasta 5 Km en la costa nordeste (Nagua, Matancitas). El total de víctimas en el país se calculó en 1,970, entre muertos y desaparecidos.
En estos 62 años el país ha cambiado. Las construcciones se han hecho de bloques de hormigón, pero no hay garantía de que fueran calculadas para resistir las ondas de expansión horizontales que, dada la rigidez propia del material, son un riesgo latente que pende sobre nuestras cabezas y vidas.
Con la falta de reglamentación o su poco cumplimiento y por la poca supervisión y la cantidad de construcciones ilegales, pienso que estamos protegidos por la mano de Dios. Quizás cuando venga el que tarde o temprano llegará, dado que estamos en zona de alto riesgo sísmico y nuestra isla está en el borde norte de la placa tectónica de El Caribe que interactúa con la Placa de Norte América, sabremos qué hemos hecho en cuanto a construcción segura. Cuando llegue, muchos posiblemente no lo contaremos y quizás estemos entre la larga lista de muertos y damnificados.
Sin que esta sea mi profesión, cuando hace varios años sucedió un fuerte temblor en Puerto Plata de magnitud superior a 5, que tumbó una escuela, agrietó muchos edificios e hizo colapsar el tercer piso añadido del Banco de Reservas, me preocupé y buscando en Internet encontré una página Web de un Gurú de la India, que con amplios estudios en Inglaterra y otras universidades, ofrece unos consejos que me han parecido muy sencillos y que, como él dice, alteran poco la forma actual de construir que tanto aquí como allá tenemos. Es importante recalcar que la India, tiene una cantidad enorme de terremotos, debido al choque de placas tectónicas que han elevado la tierra a las montañas más altas, como el Everest.
En http://www.geocities.com/gurubhag/erbc.htm pueden encontrar detalles de esta simple técnica, que consiste en lograr pareces reticuladas en anillos, como actualmente se hacen los techos aligerados. (El sitio Geocities.com desapreció y no se puede encontrar ya el artículo citado)
Se levantan desde la zapata unas hileras de bloques de concreto con sus bastones de varillas como normalmente se hace ahora, separados los bastones de acuerdo a la categoría de la zona sísmica, digamos por ejemplo a 1.20 metros, que puede ser menos, hasta una altura de 1.20 m. Se rellenan obligatoriamente los bloques donde tienen los bastones y también se pueden rellenar todos los demás hoyos y poner los bastones más cercanos si el riego sísmico lo amerita. Como ya expliqué, cada 1.20 m desde la zapata hacia el techo, esto es cada 6 bloques se hace una viga periférica sencilla de 2 varillas de 3/8” o de ½” horizontales, que enlacen todo el perímetro incluyendo también todas las paredes interiores, éstas con varillas terminadas y empezadas en forma de L para que entren en la viga periférica, de modo de obtener una estructura resistente para toda la obra. Luego se siguen otros 1.20 m más de alto, y se repite lo mismo y así hasta llegar a nivel de techo. Lo mismo se repite para cada nivel si es de varios niveles.
Si hiciéramos una abstracción de los bloques, nos quedaría una construcción reticulada con vigas y columnas bien amarradas de 1.20 m. y la novedad es que incluye todas y cada una de las paredes divisionales interiores, lo que permite que en terremotos, las fuerzas axiales de corte, así como las verticales, encuentren una estructura resistente simple pero sólida y monolítica, que no va a colapsar fácilmente.
Normalmente en nuestro país ponemos la viga de amarre sólo a nivel de techo cuando la pared alcanza los 2.80 m o 3.00 m de alto como corona. Los dinteles superiores que hacemos para las ventanas, son ligeramente mayores al hueco existente, casi nunca corridos, y debajo de las ventanas no se ponen vigas corridas de amarre, por lo que en muchas construcciones eventualmente se crean grietas a 45º en las esquinas inferiores por asentamiento de la zapata.
Estas vigas de amarre horizontales cada 1.20 m partiendo desde las zapata, son sencillas de hacer si se compran bloques que ya se venden, sin parte de las paredes divisionales, se puede encajonar las varillas y vaciar el concreto, sin tener que usar formaletas de madera, sin que exteriormente se noten ni detener la obra.
Lo importante es que de las buenas prácticas de la ingeniería en la construcción, se logra hacer estructuras capaces sin vicios, para que no sean nuestras propias tumbas. Tanto los dueños, ingenieros, arquitectos y el Estado, deberían preocuparse porque estas sencillas y salvadoras soluciones se impongan y se salven vidas. Los que la van a vivir deberían ser los más preocupados e interesados en que las cosas se hagan bien, pues después de muertos no hay como reclamar nada.
Mty., N.L., Méx. * luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com * 19/I/2010